Novak Djokovic gana Wimbledon y su título 21 de Grand Slam

Novak Djokovic dominó este domingo a Nick Kyrgios, 3 sets a 1 en la final de Wimbledon, para conquistar un séptimo título sobre el césped londinense, el cuarto consecutivo. Su rival, que disputaba por primera vez la final de un gran torneo, no logró derribar al serbio a pesar de un buen comienzo de partido y de ganar el primer set.
Novak Djokovic ganó su séptimo título de Wimbledon el domingo 10 de julio al vencer en la final al australiano Nick Kyrgios por 4-6, 6-3, 6-4, 7-6 (7/3), conquistando así su 21° título de Grand Slam.
«Ya no tengo palabras para decir lo que representa este torneo y este trofeo para mí», comentó Novak Djokovic después de su victoria. Siempre ha sido el más importante en mi corazón. Es este torneo el que me dio ganas de jugar, cuando vi ganar a Pete Sampras. Fue entonces cuando le pedí a mis padres que me compraran una raqueta».
El serbio de 35 años, ganador de las últimas cuatro ediciones del Major sobre hierba, vuelve así a una longitud del récord de 22 trofeos de Grand Slam que ostenta Rafael Nadal. Ahora tiene uno más que Roger Federer (20).
«Es un poco dios, sin mentir», dijo Kyrgios en sus primeras palabras, él que jugaba su primera final de Grand Slam a los 27 años. De ahí a querer jugar más? «¡Para nada!, replicó el caprichoso australiano. Estoy tan agotado. Yo, mi equipo, todos estamos agotados. Estoy muy contento con este resultado y quizás algún día vuelva, pero de eso no sé nada».
La insolencia de Nick Kyrgios
Con este séptimo título en el césped de Londres, Djokovic iguala a su ídolo Pete Sampras y se encuentra a un cuerpo del récord masculino de Roger Federer. El récord absoluto femenino lo tiene Martina Navratilova, que ha ganado el torneo 9 veces.
También iguala a Sampras en la posesión de cuatro títulos consecutivos de Wimbledon. Solo Björn Borg y Roger Federer han alineado cinco. Sin mencionar que alineó su partido victorioso número 28 consecutivo en Wimbledon, solo Pete Sampras (31), Roger Federer (40) y Björn Borg (41) lo hicieron mejor. Djokovic también registró su victoria número 86 en Wimbledon, donde solo Roger Federer fue más prolífico (105).
El partido prometía ser explosivo, entre el sólido serbio, con la gorra puesta, y el turbulento australiano, con la gorra al revés. Pero Nick Kyrgios generalmente observó todas las reglas, dejando que su tenis hablara. ¡Y, desde el principio, fue él quien habló más alto! El australiano hizo el primer quiebre para adelantarse 3-2 y lo confirmó con saque y volea en el segundo servicio (4-2).
En el siguiente juego, intentó y conectó tiros poco probables como un tweener de cara a la cancha o una bofetada de derecha, pero Djokovic observó y castigó a los insolentes cada vez. Al no funcionar las perturbaciones puramente artísticas, el australiano abandonó los florituras y se aplicó en su juego ya suficientemente creativo.
Con su grandísimo servicio (29 aces, 61 tiros ganadores en total), mantuvo la ventaja sin haber concedido un solo punto de quiebre y ganó el set con un ace.
Djokovic más móvil
Pero si Kyrgios se basa en un gran servicio, el de Djokovic es igual de demoledor (15 aces y 82% de acierto en los puntos jugados tras su primera bola). Y como es mejor regresador que el australiano y se mueve mejor, poco a poco fue tomando el control del partido.
Luego de unos puntos que provocaron ovaciones del público que resquebrajaron las paredes de la venerable Cancha Central que celebra su centenario, Djokovic empató a un set en todas partes.
Luego, el nerviosismo comenzó a apoderarse de Kyrgios cuando su oponente puso su mano en el encuentro. Intercambios verbales con su clan, con el árbitro amonestando, Kyrgios evitó el derrape descontrolado pero perdió el tercer set. Demasiado dependiente de su servicio y rara vez amenazante con el de Djokovic, Kyrgios logró llegar al desempate del cuarto set. Su oponente no le dejó esperanza, sin embargo, ganando el desempate 7 puntos a 3..