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Oriol Pla, sobre la dirección teatral: “Mi padre me decía: ‘No podéis ser actores que estáis esperando a que os llame el teléfono, eso hay que evitarlo como a la peste’ | Cultura

Oriol Pla, sobre la dirección teatral: “Mi padre me decía: ‘No podéis ser actores que estáis esperando a que os llame el teléfono, eso hay que evitarlo como a la peste’ | Cultura

Su padre, vestido de general y en zapatillas de casa, con una enorme peluca y una espada, iba primero. Detrás, Oriol Pla y su hermana, con trajes de pirata y seis cañones sobre un carro. La comitiva la cerró su madre, la encargada de la música. Simularon cañonazos contra bancos e instituciones en las calles, se detuvieron en una plaza, contaron una historia, recogieron y se fueron. El espectáculo se tituló Boom general, y con él, esta familia de juglares recorrió los pueblos de Cataluña y celebró fiestas de todo tipo. Ese desfile fabuloso, esa manera de trabajar y jugar sigue muy presente en la vida de Pla, el actor catalán, que ha fascinado a público y crítica con su actuación este año en yo, adicto, la serie creada por Javier Giner —y basada en su libro homónimo—, y por la que está nominado a mejor actor de serie en los Premios Feroz. Pla ha debutado como director teatral con Travyuna historia loca y tierna, valiente y melancólica sobre su familia de comediantes.

Es Travy un homenaje a una familia y a una forma de vivir la profesión de actor desde la más absoluta humildad, lejos de los éxitos y el espectáculo, un acto de amor a una generación de artistas que se abrieron camino en los años de la dictadura desde la propia calle y los teatros más independientes. Escrita por el propio Pla (Barcelona, ​​31 años) y Pau Matas, la obra se estrenó en octubre de 2018 en el Teatre Lliure, de Barcelona, ​​y tras una exitosa gira por Cataluña llega al Teatro de la Abadía, en Madrid, en su versión española. Pla comparte escenario con su padre, Quimet Pla (74 años), un enorme payaso de dilatada trayectoria, fundador de Els Comediants; su madre, Nuria Solina (67 años), violinista y fundadora de las compañías Picatrons y Cric Cric, y su hermana Diana Pla (32 años), intérprete de danza, teatro y circo. Los trabajos estarán en La Abadía hasta el domingo 2 de febrero.

Pla desayunó con su madre al día siguiente del estreno en La Abadía y le confesó, no por primera vez, que uno de los principales motivos para hacer este espectáculo, Travy, título que menciona el apellido de sus bisabuelos maternos, es para hacer público su amor por esta familia y darles el reconocimiento que se merecen. “Hace unos años comencé a darme cuenta de que mi familia y los conciertos teatrales que hacían, Ajenjopor ejemplo, que fue mi gran escuela de teatro, ya no tienen mucha experiencia. Veo que no les sale tanto trabajo, que tienen que bajar el caché a bolos. Veo que mis padres, a quienes considero genios e increíbles trabajadores, no tienen el reconocimiento que creo que merecen, el espacio que necesitan y la estabilidad económica. Me atravesó el sentimiento de justicia política y social mezclado con la melancolía y la ternura de mis años de infancia. Así nació Travy”, dice el actor una mañana muy fría y soleada en las oficinas de La Abadía.

El actor Oriol Pla, en el Teatro de La Abadía, el 20 de enero.Inma Flores

A Pla, consumado actor de cine, televisión y teatro, no le faltan motivos para recordar sus años de niño cuando, con seis años y junto a su hermana, un año mayor, debutaron en los escenarios con Cuatro maderas y un papel.. Tocaba la batería, su hermana colgaba de un trapecio. O cuando llegaban del colegio y sus padres les animaban a improvisar. “Nos pusieron música y teníamos que representar lo que queríamos. “Mi padre sabía interpretar más y mejor que tú”, recuerda el actor y director que, bajo esta herencia familiar, “una especie de ideología vital y artística que tiene que ver con el trabajo, la humildad, la coherencia, con la cultura como rebelión. » , una manera de vivir lúdica y lúdica, nada intelectual”—se inició en la profesión, siempre con una frase que ha resonado en su familia: “No te hagas pendejo”.

Por todo ello, Pla reconoce que su vida no se puede entender sin ese punto de juego y entrenamiento. “Estoy atravesado por mi familia y mi infancia de juegos”, afirma el actor, que pronto fue advertido por su padre. “No se puede ser actores que esperan a que suene el teléfono, hay que evitar eso como la peste. Hay que saber que ser actor significa saber escribir, saber tocar un instrumento, saber viajar por el mundo en furgoneta, dirigir un poco, organizar, saber coser. Hay que ser autónomo en todos los niveles artísticos, crear tu propio espectáculo”, recuerda Pla. En definitiva, un juglar.

Travy
Oriol Pla, Quimet Pla, Núria Solina y Diana Pla, en una escena de la obra ‘Travy’ en su representación en Barcelona.

Travy Enfrenta dos generaciones ante un acontecimiento teatral, los diferentes estilos, las modas. Pla nunca tuvo la intención de hacer de esta obra un espectáculo documental y por ello, aunque la escritura se hace a favor de cada uno de los personajes y habilidades de los miembros de la familia, poco tiene que ver con una realidad auténtica. “Nuestra única intención ha sido jugar, interpretar personajes, salvo algunas pequeñas cosas que son como un regalo para nosotros”, afirma Pla, contento con su papel como director. No todo ha sido fácil. “Al principio estaba muy inseguro. Cada uno de nosotros teníamos nuestros propios miedos. Me he dado cuenta que muchas veces hay que dejar morir las ideas que tienes para acompañar al ser humano que tienes delante. «Hemos tenido enfados y muchas discusiones tensas y profundas, que nos han llevado a temas que teníamos ocultos y que nos han permitido acercarnos mucho más», añade. Pla ha tenido que lidiar con una madre que, cuando se dio la vuelta, le daba sus propias ideas al conductor; o con su padre, convencida de que tenía que ser él quien montara la escena. Nada que no se pudiera solucionar con risas y complicidad.

Antes de que Pla inicie una temporada de descanso en febrero, este sábado queda la gala de los Premios Feroz, donde tiene muchas papeletas para hacerse con el galardón al mejor actor de serie por yo, adictoun trabajo que, reconoce, le ha puesto en aprietos. “Estoy muy orgulloso del proceso en este trabajo. He podido volcar muchas cosas que llevaba como intérprete, he podido quitarme muchas otras y darme el espacio y el riesgo a una forma de trabajar que antes me daba miedo”.

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