MADRID, 15 de mayo. (EUROPA PRESS)-
El primer ministro francés, Gabriel Attal, anunció este miércoles el despliegue del Ejército y la prohibición de la red social TikTok en Nueva Caledonia en respuesta a los disturbios que ya han dejado al menos cuatro muertos, decenas de heridos y más de 130 detenidos en la dos días de protestas contra la concesión del derecho de voto a los ciudadanos franceses; una decisión que los independentistas indígenas canacos consideran un recorte de sus derechos.
«Se han desplegado militares de las Fuerzas Armadas para garantizar la seguridad de los puertos y del aeropuerto de Nueva Caledonia», explicó Attal tras una reunión del gabinete de crisis interministerial reunido en la sede del Ministerio del Interior en París en la que se aprobó la imposición del toque de queda.
Un gendarme murió anoche tras recibir un disparo en Mont-Dore, elevando a cuatro el número de muertes debidas a la violencia. Los independentistas han levantado barricadas y se han producido saqueos.
El alto comisionado de Nueva Caledonia, Louis Le Franc, había solicitado refuerzos militares para proteger el aeropuerto de Numea. Además, el presidente francés, Emmanuel Macron, ha declarado el estado de emergencia «para garantizar el retorno del orden republicano».
Una orden de esta naturaleza permanece en vigor, normalmente, durante unos doce días y permite a las autoridades restringir las libertades de circulación y de asociación.
El conflicto estalló el lunes tras el debate en el Parlamento francés de una reforma electoral que otorga el voto a los ciudadanos franceses; una decisión que buena parte del pueblo indígena canaco, en particular los independentistas, temen como un recorte de sus derechos.
El texto, finalmente aprobado esta mañana y que Macron quiere ratificar el próximo mes, propone el derecho de voto a los ciudadanos franceses que residan en el territorio desde hace al menos diez años.
Los canacos, y especialmente la alianza independentista del Frente Kanaco y Socialista de Liberación Nacional (FLNKS), han denunciado la propuesta como un golpe a sus aspiraciones en un momento particularmente crítico en las relaciones con Francia, especialmente después de que la alianza boicoteara el último referéndum de independencia de 2021, que terminó con victoria de los sindicalistas.