Pesimismo en el Govern ante el apoyo de Junts pero el diálogo continúa tras el viaje de Cerdán a Suiza
El Gobierno se muestra pesimista sobre la relación con Junts y, más concretamente, sobre el voto de los siete diputados del partido de Carles Puigdemont a la senda de déficit -o techo de gasto- este jueves en el Congreso y posteriormente al proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2025.
Pero Moncloa no desistirá en el intento hasta el momento de la votación, como ya ocurrió con los separatistas en otras votaciones importantes que han tenido lugar durante la legislatura. Esta vez el argumento del Gobierno es el de la pérdida de financiación e inversiones lo que supondría para Cataluña si el Congreso rechazara la senda del déficit, el paso previo a la aprobación de los Presupuestos.
Esto significa que la reunión de este viernes entre Puigdemont y el número tres del PSOE, Santos CerdánEn Suiza no se ha resuelto del todo el misterio en cierto sentido, pero ha servido para que los socialistas puedan escuchar la voz directa de los socialistas. larga lista de reproches del ex-presidente de la Generalitat.
No hay ninguna versión oficial sobre aquella reunión y las negociaciones con Junts. El argumento para justificar la hermetismo Es que las negociaciones entre ambas partes aún continúan.
Cerdán regresó el sábado a España tras la reunión del viernes que debía servir para sondear las posiciones de ambos partidos y que complementa otros contactos que se están produciendo por otras vías entre Moncloa y Junts.
El líder socialista no estaba cara a cara con el ex-presidente de la Generalitat desde el pasado mes de junio, antes del acuerdo entre ERC y PSC, la investidura de Salvador Illa y la nueva fuga de Puigdemont.
Posteriormente, en julio, los diputados de Junts derrotaron el techo de gasto presentado por el Gobierno en el Congreso, que es idéntico al que se someterá a votación este jueves.
Amnistía y derrota electoral
Desde entonces, no han cambiado las dos cuestiones que más irritan a Puigdemont y que le hacen insistir en que su objetivo es un pacto de investidura y no legislativo.
En particular, Puigdemont está especialmente irritado con el Retraso en la aplicación de la ley de amnistíaademás de considerar insoportable que los socialistas estén al frente del Gobierno central, de la Generalitat y del Ayuntamiento de Barcelona.
Respecto a la amnistía, el entorno del líder de Junts expresa su malestar por la noticia de que el Tribunal Constitucional no se pronuncie a su favor hasta al menos la primavera de 2025. Ante esto, el Govern asegura que ha hecho todo lo posible para que se aplique el indulto.
Pero Puigdemont no cree que eso sea suficiente y no ha dudado en repetirlo abiertamente que Las relaciones con Pedro Sánchez se habían roto y que, por tanto, eran libres de unirse a la oposición en diversas votaciones incluso si ello ponía en peligro la estabilidad del Gobierno.
Además, Junts insiste en considerar que acuerdos firmados con Sánchez como el Uso del catalán En la Unión Europea, la transferencia completa de poderes de inmigración a Cataluña o lo que ellos consideren falta de financiación de esta comunidad.
En este último punto, Junts considera que el acuerdo entre el PSC y ERC es insuficiente y que ninguno de estos partidos quiere realmente implementarlo.
Retraso hasta noviembre
El Gobierno cree que puede ser mucho más fácil para Junts apoyar los Presupuestos después del congreso que los separatistas celebrarán en la segunda quincena de octubre, por lo que pretende aplazar la tramitación de las cuentas en el Congreso hasta noviembre.
Pero para que eso suceda Necesita que se apruebe el techo del gasto y por eso insiste con el argumento de que si se rechaza el jueves en la votación clave, habría que retomar la senda actual de gasto. Si sigue adelante, los municipios y las comunidades tendrían 5 mil millones para gastar.
Esto afecta especialmente a los municipios catalanes gobernados por Junts. El Govern ha comunicado a Junts que si rectifica y vota a favor el jueves, podrá ofrecer un importante incremento de las inversiones en Cataluña. Sobre todo, permitiría una mejor ejecución presupuestaria en Cataluña, que es una de las reivindicaciones más reiteradas del partido de Puigdemont.
Por este motivo, el Gobierno también está presionando a la Comunidad empresarial catalana llevar a Puigdemont por la vía del acuerdo. Para que la financiación de Cataluña mejore y, al mismo tiempo, favorecer la Sector más moderado de JuntsLo que nos recuerda cómo era Convergencia hace años.