Petro redobla su llamado a abordar la crisis climática en la ONU: “No hay más tiempo, los gobiernos son incapaces de detener la extinción de la vida”
Gustavo Petro ha redoblado su mensaje a los líderes mundiales para que acaben con la dependencia del petróleo con un sentido de urgencia existencial. “Ya no hay tiempo, los gobiernos son incapaces de detener la extinción de la vida. Hoy tenemos que elegir si es vida o codicia, si es humanidad o capital”, ha dicho este martes el presidente colombiano, muy crítico con el capitalismo, ante la Asamblea General de la ONU en Nueva York. Su discurso, salpicado de referencias al “genocidio” en Gaza, ha vuelto a dejar al descubierto su lado ecologista, pacifista y contracorriente desde el mismo atril donde ya ha calificado de fracasos tanto la guerra contra las drogas como la lucha contra el cambio climático.
“El 1% más rico de la humanidad es responsable de la crisis climática que avanza y se opone a acabar con el mundo del petróleo y el carbón porque es su propia fuente de riqueza”, afirmó en su intervención, que superó los 15 minutos tradicionales asignados a cada jefe de Estado. “El capital fósil no puede continuar. Los pueblos deben detenerlo, el veneno liberado a la atmósfera es mortal y las chimeneas que lo emiten deben ser detenidas. Cada rincón del mundo puede ser una batalla contra esas chimeneas”, añadió.
El mandatario –que se presentó como el “presidente del corazón de la tierra”, en referencia a un término empleado por los indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta, en el Caribe colombiano– ha llamado a la resistencia popular. “Solo puedo decirles a los pueblos del mundo, desde la débil voz de un país sin armas de destrucción masiva, sin dólares, pero hermoso por su diversidad natural y cultural, el país de la belleza y las mariposas de todos los colores, que ya no es la hora de los gobiernos sino la hora de los pueblos”, ha dicho con dramatismo. En la solapa lucía un pin con la flor amazónica Inírida, el símbolo de la cumbre mundial sobre biodiversidad, COP16, que tendrá lugar en Cali en menos de un mes.
El primer presidente de izquierda de la Colombia contemporánea defiende la necesidad de “descarbonizar” rápidamente la economía como única salida posible a la crisis climática que enfrenta el planeta, una idea que ya ha sido llevada a otros foros internacionales, como el Foro Económico Mundial de Davos. En su discurso del martes también mencionó su propuesta de canjear la deuda externa de los países por acciones climáticas concretas, otra vieja obsesión con la que ha arengado reiteradamente a otros líderes. La propuso desde que asumió el cargo en agosto de 2022, e insistió en ella cuando se dirigió por primera vez a la Asamblea General, hace dos años.
En este viaje a Nueva York, Petro ya había abordado el domingo, en una reunión con el canciller alemán Olaf Scholz, la propuesta de canjear deuda por acción climática. Se trata de una discusión que ha prometido profundizar tanto en la COP de Cali como en la reunión del G20 en Río de Janeiro, a la que está invitado pese a que Colombia no forma parte de las 20 mayores economías del mundo. El colombiano también tuvo el día anterior una reunión de diez minutos con el secretario general de la ONU, el portugués António Guterres. Aunque no hicieron declaraciones posteriores, la Presidencia colombiana ha informado de que trataron temas relacionados con la paz, la COP y la política de drogas -a la que no hizo ninguna referencia desde el podio en esta ocasión-.
La crisis climática es peor que hace un año, alertó Petro sobre la quema de millones de hectáreas en la selva amazónica, lo que se suma a la advertencia de los científicos sobre un punto de no retorno. “Pues bien, la selva amazónica se está quemando. Las campanas ya están sonando en todo el planeta, por ti, por nosotros, por la vida y la humanidad, como decía Ernest Hemingway”, “Desde que llegó al poder, Colombia ha hecho de la lucha contra la deforestación una de sus prioridades ambientales, con avances notables el año pasado que ahora están en riesgo ante la temporada seca que está por comenzar”, dijo en uno de los pasajes más vehementes.
Hoja informativa
Análisis de la actualidad y las mejores historias de Colombia, cada semana en tu buzón
RECIBIRLO
Petro, que abraza el ecologismo desde sus años de exilio en Bruselas hace tres décadas, se quejó con insistencia de un orden mundial que privilegia la voz de potencias que tienen una gran capacidad de destrucción, incluida la nuclear. “Por eso no nos escuchan cuando votamos para detener el genocidio en Gaza. Aun siendo mayoría de los presidentes del mundo y representantes de la mayoría de la humanidad, una minoría de presidentes que puede detener los bombardeos no nos escucha”, lamentó. “Si pedimos que se canjee la deuda por acción climática, las minorías poderosas no nos escuchan. Si pedimos que se detengan las guerras para concentrarse en la transformación rápida de la economía mundial con el fin de salvar la vida y la especie humana, tampoco nos escuchan”, reiteró. “Cuando Gaza muera, morirá toda la humanidad”, recalcó, además de tildar de criminal al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, Gobierno con el que Colombia ya rompió relaciones. Tras su intervención, se reunió con el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abás.
“Solo hay un punto infinitesimal de vida en millones de años luz alrededor del universo, y se llama Tierra. Y en él hay una vida superior, que es la vida inteligente. La humanidad. No podemos dejar que esa perla del universo se apague”, dijo el presidente colombiano al final de su discurso. “Sin vida, solo dominaría la oscuridad inerte, y es esta oscuridad inerte la que llena el corazón y el alma de la oligarquía global y sus ídolos de barro. Le toca a la humanidad luchar, es la hora de los pueblos”.
Suscríbete aquí al boletín de EL PAÍS sobre Colombia y Aquí en el canal de WhatsAppy recibir toda la información clave sobre la actualidad del país.