La escasez de médicos asfixia la Atención Primaria. En sólo dos años Galicia perdió 61 médicos de familia. Sólo la llegada de nuevos profesionales puede paliar la saturación de los centros sanitarios, con retrasos medios para conseguir cita que rondan ya los siete días. Este año la comunidad ofrece 207 plazas para formar nuevos especialistas, pero trabajar en clínicas ambulatorias no resulta atractivo para los futuros médicos. Esto explica que en la asignación de plazas de Médico Interno Residente (MIR), un tercio de estos puestos están vacantes: un total de 63.
Relacionado
Es una figura grande, que supera en más de un 60 por ciento las plazas que quedaron sin cubrir en la primera convocatoria del año pasado (39). El Ministerio de Sanidad abrirá, en cualquier caso, ahora un proceso de adjudicación extraordinaria para intentar reducir estas vacantes, que ascienden a casi 460 en toda España.
Y uno de cada siete puestos vacantes en el territorio nacional está en Galicia, que es la cuarta comunidad con más puestos vacíos. Sólo lo superan Cataluña (98), Castilla y León (81) y Andalucía (64).
En vísperas de la apertura del proceso de adjudicación de plazas para la formación de nuevos médicos, La Consejería de Sanidad promovió las “ventajas” de la formación en Galiciaincluyendo sueldos que van desde los 36.000 euros de un residente de primer año hasta los 51.000 de un residente de quinto año.
Pero esto salarios No fueron suficientes para cubrir todas las plazas que se ofrecían. La Medicina de Familia no resulta atractiva y la prueba es que las plazas en los centros de salud son las últimas que eligen los futuros médicos que ocupan las plazas que se ofertan por orden según la nota obtenida en el examen MIR.
Rural
Los lugares ubicados en zonas rurales son los más difíciles de cubrir. Así, de las 63 vacantes que hay en Galicia, 18 estaban en el área de salud de Lugo y otros 13 en Ourense. También quedaron vacantes 10 plazas de formación en Santiago de Compostela y otras 10 en Pontevedra. En Ferrol quedaron sin cubrir 9 plazas y en Vigo sólo quedaron libres tres.
Estas plazas vacantes en la formación de residentes se producen en un contexto de escasez de médicos en Atención Primaria lo que ahora se confirma con las cifras que acaba de poner sobre la mesa el Instituto Galego de Estadística (IGE) con datos del Servicio Gallego de Salud.
La salud mental ocupa un tercio de las nuevas plazas de formación sanitaria especializada
Antes de la pandemia, los centros de salud contaban con 2.608 médicos de primaria. Con la crisis sanitaria del COVID, las cifras ascendieron a 2.629 profesionales en 2020 y 2.665 en 2021. Pero, a partir de ese momento, el número de especialistas en Medicina Familiar disminuyó. La comunidad ahora tiene un total de 2.604. Son 61 menos que hace dos años -en sólo doce meses la plantilla se redujo en 39 médicos-, según cifras del IGE.
El Sergas afronta un verano complicado al no contar con más de 300 médicos que completen el MIR
¿Y dónde se perdieron más médicos de familia en estos dos años? Especialmente en la provincia de Ourense (22 menos). En A Pontevedra hay 15 médicos menos. De hecho, sólo Bueu se quedó sin seis médicos desde 2021 y en la ciudad de Lérez hay otros 10 menos. Sin embargo, Vigo es una de las excepciones, ya que atrajo a 8 profesionales más. Mientras, en la provincia de A Coruña la caída fue de 14 médicos de familia y en Lugo, de 10.
Sin embargo, mientras la Atención Primaria pierde médicos en hospitales aumentan. Según datos del IGE, entre 2019 y 2022 la plantilla de médicos especialistas creció un 50 por ciento hasta los 8.340, aunque el Instituto Gallego de Estadística consultará al Sergas para comprobar que este incremento es correcto.
El elevado envejecimiento de la población gallega y el aumento de pacientes con enfermedades crónicas incrementa la demanda de atención sanitaria, pero los avances médicos y tecnológicos y los mayores esfuerzos en la prevención de enfermedades alivian esta presión asistencial. Esto se traduce en una disminución de cirugías y admisiones hospitalarias en comparación con la era anterior a COVID. Sin embargo, hay un aumento de consultas a especialistas.
Según los últimos datos del Instituto Galego de Estadística (IGE), publicados ayer, en 2022 se produjeron 5.882.431 consultas en el hospital. Fueron casi 84.000 más que en 2019. Sin embargo, ante esa mayor actividad en el área de consultas, los ingresos hospitalarios se redujeron en casi 12.000 en ese mismo periodo. Las altas en los hospitales gallegos descendieron hasta las 322.694.
También fueron hechos menos operaciones. Si antes de la pandemia el número anual de cirugías era de 290.000, tres años después bajaron a 274.273.
Y en paralelo la estancia hospitalaria media disminuye. Los avances en la medicina permiten reducir el tiempo de hospitalización. Así, antes de la pandemia, los pacientes pasaban 7,23 días hospitalizados. Con la COVID esta cifra subió a 7,59, pero desde entonces se ha ido rebajando progresivamente hasta los 7,17 días en 2022.
Con menos ingresos hospitalarios y menor duración de la estancia, se justifica que Bajar las camas en funcionamiento en los hospitales.. Según datos del Instituto Gallego de Estadística, en los hospitales gallegos hay instaladas 9.712 camas, pero sólo 8.644 están operativas. Desde 2019, ha habido 262 plazas menos en los hospitales gallegos.
Lo que está subiendo es el Gasto en salud. A pesar de tener menos ingresos y menos cirugías, el Sergas invierte más. El gasto en atención hospitalaria creció un 18 por ciento entre 2019 y 2022. Así, cada paciente ingresado cuesta 10.767 euros, casi 2.000 euros más que antes de la pandemia. Otro indicador de salud publicado por el IGE son los datos de muertes por suicidio. En 2022 se registraron 328, lo que supone un ligero descenso respecto a las 335 del año anterior, pero que incrementa la cifra anterior a la pandemia (296).