En su primer partido como titular con Portugal, Gonçalo Ramos demostró que tiene lo necesario -y los goles- para tomar el relevo de Cristiano Ronaldo.
Incluso en la Copa del Mundo.
El delantero de 21 años anotó un hat-trick el martes después de que sorpresivamente fuera convocado para comenzar contra Suiza en lugar de Cristiano Ronaldo, el máximo goleador masculino en partidos internacionales. Portugal ganó 6-1 y avanzó a los cuartos de final por tercera vez.
«Ni en mis mejores sueños pensé que sería parte del equipo titular en la fase eliminatoria», admitió Ramos a través de un traductor después de ser nombrado mejor jugador del partido.
Esos tres goles y su celebración como una pistola de humo instantáneamente convirtieron a Ramos en uno de los mejores prospectos.
Marruecos, que el sábado se enfrentará a Portugal por un puesto en semifinales, probablemente no había oído hablar de Ramos antes del martes. Eso seguramente cambió.
Ramos nunca había jugado para Portugal antes de su selección para la Copa del Mundo el mes pasado. Le dieron la camiseta 26 en el grupo de 26 y jugó unos minutos como suplente en las victorias de la fase de grupos ante Ghana y Uruguay. No tuvo ningún intento de remate a portería.
“La mayoría de la gente nunca ha escuchado su nombre hasta hoy”, dijo el mediocampista Bruno Fernandes.
El primer indicio de que el puesto de Cristiano estaba en duda se produjo este lunes. El entrenador Fernando Santos expresó su frustración por el lenguaje corporal de la superestrella después de que salió de la banca en la derrota del viernes 2-1 ante Corea del Sur.
Así fue, 80 minutos antes del inicio del partido en el Lusail Stadium, el nombre de Cristiano no figuraba en el once inicial. Ramos fue su reemplazo.
El resultado final hizo que Santos pareciera un genio loco en lugar de un loco.
“Gonçalo es más dinámico”, admitió Santos a través de un traductor. «Cristiano ahora mismo es un jugador más estable y juega más en un área determinada».
Ramos encajó rápidamente en un conjunto con el que ha jugado poco.
En el minuto 74, Cristiano entró como suplente en sustitución de Ramos en el campo. Se volvieron a encontrar en el centro del campo después del pitido final, la estrella establecida abrazando a su aspirante a sucesor. Ramos sujetaba el balón del partido, un regalo que suele ir al jugador que marca tres goles.
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