Según las teorías del marketing, todo producto tiene un ciclo de vida que se divide en cuatro etapas: introducción, crecimiento, madurez y declive. Este proceso, extrapolable a cualquier programa de televisión, también es aplicable a los diferentes modelos televisivos que han recorrido las grandes cadenas a lo largo de su historia.
Antena 3, tras alcanzar una etapa de crecimiento en la que ha alcanzado un liderazgo incontestable, vive ahora un periodo de estancamiento. Ya le pasó a Telecinco en su día. Llevaban años sin que nadie les tosiera en la cara, encadenando meses de ser líderes, hasta que dejaron escapar a ‘Pasapalabra’ y el trato empezó a torcerse. No fue una cosa de hoy para mañana, ni hubo un punto de inflexión concreto, sino que el modelo empezó a estancarse hasta llegar al declive más absoluto.
La embriaguez del éxito puede llevar a una empresa a relajarse y dormirse en los laureles. Nadie puede decir que Antena 3 esté pasando por un mal momento, pero sí es cierto que Hay señales que demuestran que la cadena ya no vive esa etapa dorada en la que todo le funcionaba y atraía audiencias millonarias para sus estrenos.. Los datos de la cuarta temporada de ‘Mask Singer’ son bastante ilustrativos. Todos sabemos que el consumo televisivo ha disminuido considerablemente, pero queda camino por recorrer para perder casi tres millones de espectadores desde su estreno en 2020.
‘Mask Singer’ cae al mínimo histórico de sus cuatro temporadas
En su tercera gala, que arrancó a las 23.18 horas, el show de adivinanzas cayó este miércoles a su mínimo histórico de audiencia, con un 11,9% y cayendo por primera vez, en cuatro ediciones, por debajo del millón de seguidores. De hecho, el estreno de la nueva serie de TVE ‘Detective Touré’ se llevó el liderato, con un 11,7% y 1.150.000 espectadores frente al 10,3% y 1.018.000 del concurso de Arturo Valls en una franja horaria estricta. coincidencia.
No ayuda que el programa de máscaras comience después de las 23:10. Toda gran apuesta de una cadena debe ser cuidada y colocada en el mejor rango de consumo, para que pueda ser devorada por el mayor número de espectadores y adquirir dimensión. de un fenómeno audiovisual. Todos, al día siguiente, deberían estar hablando de si detrás de los disfraces se escondían Manuela Carmena o Sonia Monroy; y hasta donde yo sé, no está sucediendo.
Los síntomas de estancamiento de Antena 3 van más allá del programa de Arturo Valls. Como ya le pasó a Telecinco con los reality shows, Antena 3 no deja respirar sus programas de entretenimiento y encadena ediciones sin generar expectativas. ‘La Voz’ ya sufre este desgaste, y ha llegado a ser superada por ‘De Viernes’, algo que no ocurría en la primera noche del fin de semana desde los años dorados de Deluxe.
Es difícil encontrar nuevos programas estrenados en prime time en Antena 3 que hayan funcionado en 2024. Las series turcas, que se convirtieron en el producto más rentable de la parrilla, por su bajo coste y altas prestaciones, ya no brillan como antes. ¿Qué pasa con ‘López y Leal contra el canal’ no interesó a nadie y acabó por debajo del 9% de cuota. Algo que también ocurrió con la nueva serie de Yon González, que esta pasada semana cayó hasta un preocupante 6% y apenas 482.000 espectadores, iniciando su emisión a unas inasumibles 23.20 horas.
Tal como están sus competidores, nada hace presagiar el fin del reinado de Antena 3, pero hay ciertas advertencias que deberían hacer que la cadena reconsidere su estrategia. No puedes vivir de ingresos para siempre, ni apostar todas tus fichas en las mismas piezas. Si en su día innovaron para salir del hoyo y ganar a Telecinco, ahora tienen que encontrar el equilibrio entre los clásicos que les funcionan y las nuevas apuestas que entretengan a la audiencia.