Puigdemont presiona por una amnistía más amplia y Junts conspira para no dejar «a ningún soldado tirado»
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Hace exactamente siete días y ante la dirección del PSOE, Pedro Sánchez hizo una fuerte defensa de la amnistía y a partir de entonces no hubo vuelta atrás. La negociación pisó el acelerador. Los socialistas pensaban en acuerdos inminentes con una investidura en los primeros días de noviembre, pero, como viene siendo habitual en la política nacional desde hace años, todo lo que se puede complicar, se complica. La amnistía a los procesados por el ‘procés’ independentista es la clave, el centro de todoy aunque todos los actores implicados -PSOE, Junts y ERC- coinciden en aceptar esta medida de gracia, es de tal calibre en el ámbito político, jurídico e institucional que el diablo y el principal obstáculo está en los detalles. El partido de Carles Puigdemont, del que depende el futuro de España, quiere más. Y ella pide más.
En la letra pequeña de cómo se aplica y quiénes se beneficiarán de la amnistía es donde ha quedado varada la negociación de PSOE y Junts, ya que ERC y los socialistas han atendido sus demandas -ambas- y los republicanos ya han cerrado el pacto de investidura. por el sí a Sánchez.
Junts considera insuficiente lo acordado por ERC y en medio de todo siempre está la lucha de ambas formaciones independentistas por quién logra más y quién asegura el mejor relato ante su público independentista, con el yugo del siempre posible adelanto electoral en Cataluña.
Turull: «No haremos una amnistía para los VIP»
El mensaje enviado este viernes por el secretario general de Junts, Jordi Turull, uno de los indultados por el Gobierno de Sánchez, a la dirección del partido deja pocas dudas de que quieren más o que, al menos, lo van a intentar endureciendo la negociación para el maximo: «No dejaremos a ningún soldado abandonado. No haremos una amnistía para los VIP«, dijo en un comunicado.
El dardo lleva el claro objetivo de ERC, que defiende su pacto con el PSOE. El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, afirmó esta semana que La amnistía estaría dirigida a «todos aquellos que sufrieron represalias, sin excepción».
Pero Junts considera que con el proyecto propuesto por el PSOE la gente puede quedarse atrás. Y además, añade, no tiene «ninguna prisa» por investir a Pedro Sánchez. Pide aguantar la «presión» en estos días decisivos.
Puigdemont experto en giros y decisiones de riesgo, y siempre imprevisible, el 27 de octubre de 2017, pasó en pocas horas de pensar en convocar elecciones en Cataluña a aprobar la declaración unilateral de independencia en un pleno histórico en el Parlament. Días antes, el 10 de octubre, aseguró una página en la historia al declarar, por segundos, la independencia de Cataluña. De esos polvos, de estos lodos.
Oficialmente PSOE y ERC no han informado de los detalles concretos que ya han cerrado sobre la amnistía, pero los republicanos han ido dando pistas. La ley de amnistía, que se tramitará como proyecto de ley, abarcaría diez años, desde la elaboración en 2013 de la consulta de soberanía de 2014 hasta la actualidad, pasando por el referéndum del 1-O y la posterior declaración de independencia de Cataluña, y su perímetro. llegaría a los responsables de estas acciones y, además, la acusados del Tsunami Democrático y los CDRentre los beneficiarios de la medida de gracia a la que antes se opuso el PSOE por estar fuera de la Constitución.
Según las causas judiciales abiertas, el Comité de Defensa de la República (CDR) planeó ocupar el Parlamento de Cataluña y participó en cierres de carreteras o levantamiento de barreras de peaje. En cuanto a Tsunami Democràtic, hay denuncias por el ‘procés’ del otoño de 2019, por acciones que van desde el intento de asalto al aeropuerto de El Prat, hasta el corte de la frontera de la Jonquera o las repetidas protestas con barricadas frente a la sede de la Policía en la Vía Laietana.
Los casos judiciales siguen su curso
Una de las causas que podría incluirse en la futura ley de amnistía es precisamente la de la doce miembros de los Comités de Defensa de la Repúblicaa quien la Audiencia Nacional envió este viernes a juicio por delitos de terrorismo investigado por pertenecer a una facción radicalizada de los CDR que presuntamente planeó sabotajes o acciones violentas en sedes oficiales en Cataluña en 2019.
A su vez, la Guardia Civil también concluyó este viernes que la secretaria general de ERC, Marta Rovira, «realizó tareas de coordinación» del movimiento Tsunami Democrático, surgido en 2019 para protestar contra el fallo del ‘procés’ y cuyos miembros también podrían ser amnistiado.
Queda por detallar los cargos de la Generalitat que se incluirán en la amnistía y los miembros de los Mossos d’Esquadra procesados.
El párrafo del articulado de la ley en el que no avanzan socialistas y posconvergentes es el que describe hasta dónde cubre la amnistía y qué casos quedarían fuera. En definitiva, los nombres y apellidos de las personas que serán amnistiadas.
El exportavoz de En Comú Podem en el Congreso, Jaume Asens, que es uno de los negociadores de la investidura de Sánchez, ha asegurado este viernes en una entrevista en TVE que Junts ha aceptado excluir a la expresidenta del Parlamento de Cataluña, Laura Borrás, de el acuerdo sobre la ley de amnistía. Borràs, para quien Junts incluso pidió amnistía, está condenado a cuatro años y medio de prisión por falsificación de documentos y nueve años de inhabilitación por prevaricación.
PSOE y ERC acuerdan el ‘verificador’ de prestigio, también exigido por Junts
Uno de los puntos que ya está en el acuerdo PSOE y ERC, y que históricamente es una de las demandas de Junts, es crear «un espacio de negociación entre ambos partidos» que tenga «un mecanismo con funciones de acompañamiento, verificación y seguimiento de todo el proceso de negociación y de los acuerdos alcanzados», según el texto firmado por socialistas y republicanos.
«Se designará de común acuerdo un persona de reconocido prestigio para realizar dichas tareas«, añade el acuerdo firmado esta semana, un punto que parece coincidir con una de las condiciones que impuso JxCat: el establecimiento de un mecanismo de verificación o mediación, con una figura respetada.
El acuerdo con los republicanos no habla de verificador, mediador o relator como tal., una cifra concreta a la que el PSOE siempre se había opuesto. Está por ver cómo quiere definir Junts esta figura en su pacto concreto con los socialistas.
El PSOE quiere la investidura los días 8 y 9 de noviembre
Todos los partidos siguen confiando en que el acuerdo con Junts llegará, pero parece que retrasará, o no, los planes del PSOE. Sánchez insiste, según fuentes del partido a TVE, en una investidura los días 8 y 9, pero eso obliga a cerrar de forma inminente el acuerdo con Junts, y también con el PNV, para que haya tiempo de presentar la ley de amnistía en el Congreso .
Los socialistas quieren que esta ley sea refrendada conjuntamente por PSOE, Sumar, ERC, Junts, PNV y EH Bildues decir, la mayoría que precisamente lo convertiría en presidente.
Pero para el PSOE se abre otro frente, un frente que no creen que ponga en peligro la investidura, pero que puede retrasar los tiempos. Y en este punto el viaje pasa de Cataluña al País Vasco, donde el PNV levanta la mano para decir: no sólo no hay acuerdo, sino que «no hay avances». La formación nacionalista señala que quedan más que flecos por salvar para apoyar a Sánchez.
Fin de semana de negociaciones
Ante las complicaciones surgidas, ya hay voces parlamentarias que apuntan a la semana del 13 de noviembre para el pleno de investidura. Habría tiempo hasta el día 27, que es cuando vence el plazo para acudir a la repetición de elecciones generales.
La negociación con Puigdemont sólo está estancada, no rota. Así, durante este fin de semana el PSOE seguirá con los contactos telefónicos y el intercambio de roles. El negociador y número tres del partido, Santos Cerdán, abandonó este viernes Bruselas, según confirmó TVE.
En cuanto haya humo blanco -no se espera que sea ni sábado ni domingo, pero cualquier cosa puede serlo- los acontecimientos se precipitarán casi al minuto. El primer paso será el registro de la ley en el Congresoque podría ser telemático y luego, el presidente del Congreso, Francina Armengol, convocará el pleno. Lo habitual es que este anuncio se haga con un margen de al menos 48 horas, pero existen precedentes de convocatorias de investidura con sólo 24 horas de antelación, como el caso de Ana Pastor con Mariano Rajoy.
A la espera de qué hará Junts, las bases de ERC, con un 89% de votos favorables, han avalado el nombramiento de Sánchez tras una consulta interna en la que participó el 43,6 por ciento de los miembros. Si hay acuerdo con Junts, harán lo mismo con su militancia, y hasta este sábado pueden votar militantes socialistas, que no comentan sobre la amnistía en sí, sino sobre el pacto de gobierno PSOE-Sumar y los acuerdos parlamentarios generales necesarios para investir a Sánchez.
El PP se rebela contra la amnistía y la condonación de la deuda
Al frente compacto que ha formado el PP contra la ley de amnistía que se está negociando, y que será recurrida ante el Tribunal Constitucional, se suma ahora el de las comunidades gobernadas por el PP que califican los «traspasos» del PP de un «ejercicio de corrupción política». PSOE con ERC sobre condonación de deuda. La condonación de parte de la deuda de Cataluña con el Estado referida al Fondo de Liquidez Autonómico (FLA) ha unido a las comunidades ‘populares’ para pedir el mismo trato y que esta medida sea fruto de una negociación multilateral. El PP acusa a Sánchez de «comprar» su investidura.
El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, protagonizará este domingo un nuevo acto de calle en Valencia, tras las manifestaciones de protesta en Madrid y Málaga, para denunciar el «abuso» de la amnistía y pedir de nuevo a Sánchez que le someta a consulta de todos los españoles con la convocatoria de elecciones. Los ‘populares’ buscan llevar su oposición a la medida de gracia a todos los frentes institucionales: Congreso, Senado y Parlamento Europeo.
Este Viernes se puso aún más caliente con una protesta en la calle Ferraz de Madrid, frente a la sede nacional del PSOE, y a la que asistieron un millar de personas convocadas a través de las redes sociales para protestar contra la ley de amnistía y el Gobierno de Sánchez. Pidieron «unidad nacional» y gritaron «no a la amnistía» y «Puigdemont a la cárcel». Al frente de la manifestación había un gran cartel que decía ‘Pedro Sánchez a prisión’.
Las próximas horas serán decisivas para saber si el presidente en funciones y líder socialista, una vez más, sale victorioso en un campo más que complejo o si todo se complica y España acude a unas elecciones repetidas el 14 de enero. no está contemplado por ninguna de las partes.
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