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¿Hay algún factor que influya en la eficacia de las vacunas?
Su eficacia es mayor o menor dependiendo, sobre todo, de la edad. Hay determinadas vacunas que son más eficaces en los jóvenes y menos eficaces en las personas mayores. Este es el caso de la vacuna contra la gripe. Se ha visto que en personas mayores se debe aumentar la dosis. Por otro lado, influye la capacidad de los virus para mutar. En el caso de la gripe, muta cada año y puede ser que durante el periodo de vacunación el virus cambie y la vacuna que hemos preparado no sea la mejor para la cepa que esté circulando en ese momento.
¿Podría estar influida en esta creencia el hecho de que hay personas que desconocen que el objetivo de la vacuna no es tanto prevenir completamente las infecciones sino reducir su gravedad?
Por supuesto, puede haber una mala interpretación del propósito de la vacuna. Quizás es algo que no se ha explicado adecuadamente y mucha gente piensa que, una vez vacunada, no se contagiará. No es así. La vacuna hace que el sistema inmunológico genere memoria inmune y, cuando se expone nuevamente al virus, esas células de memoria se activan para prevenir enfermedades graves.
¿Vacunarse reduce el riesgo de contagio?
Las vacunas son para prevenir enfermedades graves, no tanto contagios. Es cierto que los contagios disminuyen algo porque, al reducirse la carga viral, la persona infectada dedica menos tiempo a transmitir el virus. En este sentido, existe un efecto protector comunitario. Cuantas más personas se vacunen, menos circulará y mutará el virus. Esto es lo que llamamos inmunidad colectiva, una herramienta fundamental en salud pública. De esta manera se puede identificar una infección antes.
¿Qué complicaciones graves previene la vacuna?
En el caso de la gripe, la postración, la fiebre, el dolor de cabeza y muscular pueden complicarse en personas mayores y también en niños con infecciones bacterianas y provocar neumonía. Además, es bastante común encontrar bacterias que se han vuelto resistentes a los antibióticos y dan lugar a complicaciones que pueden incluso provocar la muerte.
¿Qué grupos de población deberían vacunarse contra la gripe?
Los niños y mayores de 65 años contra la gripe porque son las dos etapas más vulnerables al virus. Anteriormente los niños no estaban incluidos en el programa de vacunación contra la gripe, pero se ha visto que, sobre todo los más pequeños, son muy vulnerables. En cambio, el resto, la población joven y los adultos jóvenes, en principio, no necesitarían vacunarse.
La campaña de vacunación se extenderá hasta enero. ¿Podemos vacunarnos en cualquier momento o es mejor hacerlo al inicio de campaña?
Siempre hay tiempo para vacunarse, pero cuanto antes se haga, antes se activará el sistema inmunológico y generará memoria. La vacunación siempre debe realizarse antes de que circule el virus. Necesitamos al menos entre 21 días y un mes para generar esa memoria inmune; Por eso las campañas comienzan en octubre.
¿Por qué las personas mayores son especialmente vulnerables?
Por un lado, porque con la edad el sistema inmunológico se deteriora y queda más expuesto a la acción de los virus. Este proceso completamente normal se conoce como inmunosenescencia y es decisivo en el segundo factor que influye en la vulnerabilidad de las personas mayores: la menor eficacia de las vacunas en ellas. Por eso, en ocasiones, hay que reforzar esta vacunación añadiendo más dosis o incorporando sustancias que potencien su acción: los adyuvantes.
¿Se puede hacer algo para mejorar el sistema inmunológico?
La nutrición es muy importante para el sistema inmunológico, una nutrición variada, rica en oligoelementos. El sistema inmunológico necesita hierro, selenio, magnesio, vitaminas… Además, son muy importantes el ejercicio físico, siempre moderado, y una vida optimista, sin poco estrés.
¿Es la fórmula mágica contra la gripe?
Nunca existe una fórmula mágica porque no se puede evitar, pero podríamos hablar de ingredientes fundamentales. Pero, sobre todo, hay que hablar de la vacunación anual contra la gripe y ahora contra la covid-19.
Respecto al covid-19, ¿cree que la imagen de las vacunas como herramienta de prevención se ha visto reforzada o dañada tras la pandemia?
Quiero pensar que se ha beneficiado mucho porque se ha visto que la ciencia logró frenar esta pandemia. Gracias a la Dra. Katalin Karikó tuvimos una vacuna efectiva en menos de un año. España ha sido un país modelo en el ámbito de las vacunas, y desde el punto de vista de la vacunación infantil está claro que las familias tienen muy conciencia de que la vacunación hay que hacerla para prevenir.
Sin embargo, el número de antivacunas está creciendo. ¿A qué lo atribuyes?
Entre los antivacunas hay varios tipos de personas. Por un lado, hay gente que siempre está en contra de cualquier decisión política. Por otro lado, hay quienes están indecisos, susceptibles a la influencia y se convierten en blanco de los movimientos antivacunas. Les envían ese mensaje de incertidumbre, abonado por dudas y bulos, y consiguen convencer a algunos. Además, la fatiga pandémica también influye en este movimiento.
¿Existe alguna vacuna que funcione para los padres antivacunas? ¿Cómo convencerlos de la necesidad de vacunar a sus hijos?
Estos padres necesitan reconsiderar. En algunos países les hablas de forma tranquila, tranquila, les muestras los datos científicos y muchos están convencidos de la importancia de la vacunación.
¿Las vacunas en general han sido víctimas de su propio éxito porque las enfermedades que erradicaron ya no se ven?
Exactamente. Mucha gente no ha conocido a nadie que haya muerto por difteria o tétanos y piensa que no existen, pero hay que decirles que estas enfermedades no han desaparecido, siguen ahí, y gracias a las vacunas estamos protegidos contra ellas.
¿Pueden regresar algunas de estas enfermedades?
Por supuesto. Un ejemplo es Nigeria, donde a los niños se les impidió vacunar contra la polio debido a la influencia de algunos movimientos religiosos y ésta regresó con fuerza. Estamos muy cerca de erradicar la polio en todo el mundo y ha sido gracias a la vacunación.
