Ayer, hombres armados destrozaron el mausoleo donde se encontraba la tumba de Hafez al Assad, fallecido presidente sirio y padre del depuesto Bashar, en la ciudad de Al Qardaha (provincia de Latakia), según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, y Dejaron numerosas imágenes llegadas del lugar.
La destrucción del lugar donde reposaban los restos del fundador de la dictadura siria (gobernó con mano de hierro de 1971 a 2000) antes de pasar el testigo a su hijo Bachar constituye uno de los momentos más emblemáticos de la caída del régimen baazista y la entrada en una nueva etapa en Siria. En el lugar también se guardaban los restos de otros miembros de la familia Al Assad, como el de su hijo Basel, el primogénito, que falleció a los 32 años en un accidente de coche en 1994. Su muerte conmovió a su segundo hijo, Bachar. -que residía en Londres, donde se graduó como oftalmólogo- en su sucesor natural a partir de entonces.
Las imágenes difundidas por los desconocidos que irrumpieron en el mausoleo ubicado en la provincia de Latakia muestran cómo un grupo de hombres prendieron fuego a la tumba y sacaron de ella un ataúd, que acabó ardiendo en las afueras del complejo, aunque no hay confirmación de que Es el ataúd del dictador sirio. Las imágenes también muestran a personas tomando fotografías dentro del mausoleo, a menudo portando la bandera revolucionaria siria.
Según el citado Observatorio, una ONG con sede en el Reino Unido e informantes sobre el terreno, el vandalismo del mausoleo de Assade se produjo después de que dirigentes del Mando de Operaciones Militares -de la coalición insurgente que ha liderado la ofensiva que ha derrocado a Bashar al-Assad– reunirse con «figuras destacadas de Al Qardaha», incluidos jeques tribales de la minoría alauita – rama del Islam chií profesada por la familia Al Assad y el aparato del régimen depuesto – «para obtener su apoyo y restaurar la seguridad y la región, la desarme y entrega de los criminales buscados del antiguo régimen.
Hasta este miércoles, Hafez al Assad y su hijo Basilea están enterrados en un mausoleo de techo blanco adornado con textos del Corán y sus ataúdes yacían bajo un suelo de mármol.
Las de este miércoles no son las únicas imágenes icónicas que deja el cambio de régimen en Siria con los dos últimos presidentes como protagonistas. El pasado viernes, cuando apenas quedaban unas horas de dictadura, un grupo de rebeldes derribó y arrastró por las calles de la ciudad de Hama un enorme busto de Hafez al Assad, cuya conquista por los rebeldes marcó un hito en su camino hacia Damasco. . Del mismo modo, miembros de las distintas facciones rebeldes -encabezadas por el yihadista Hayat Tahrir al Sham- Destruyeron decenas de efigies del presidente depuesto y de su padre en ciudades como Alepo, HomsLa propia Hama o Damasco en su deslumbrante operación militar que concluyó a primera hora del domingo.