Reseña de ‘Superpotencia’: Sean Penn narra la guerra en Ucrania
Cerca del comienzo de “Superpower”, Sean Penn intenta anticiparse a las críticas generadas por sus viajes anteriores a zonas de conflicto. “Aunque está desgastado”, dice en la narración, “mi rostro famoso me permite acceder a lugares y personas que de otro modo no habría conocido”.
Eso es indudablemente cierto, incluso si, en el pasado, ha usado ese acceso para lanzar preguntas de softbol a El Chapo. Cuando se trata de narrar la guerra en Ucrania, el tema de este documental, que Penn dirigió con Aaron Kaufman, es difícil envidiar la misión del actor. Al igual que el intelectual francés Bernard-Henri Lévy, que ha estado haciendo sus propios documentales sobre la guerra, Penn parece tener un ojo en el espejo, pero al menos está tomando algún tipo de acción.
“Superpower” comenzó como una película sobre la improbable presidencia del líder ucraniano Volodymyr Zelensky y su camino de actor cómico a político. Gran parte de la primera parte consiste en material que Penn recopiló del período anterior a la invasión. Los expertos exponen las complejidades de la historia del país en el siglo XXI. Los ucranianos reflexionan sobre el legado de las protestas de Maidan y expresan escepticismo sobre el potencial de Zelensky.
Penn da un golpe al conseguir una entrevista en cámara con Zelensky el primer día de la invasión rusa, y lo filma en dos ocasiones adicionales, en una entrevista en video y en persona en una visita posterior. Las palabras de Zelensky –sobre lo que su país necesita, sobre cómo su hijo de nueve años se ha convertido prematuramente en un “hombre político sabio”– son a menudo familiares, pero aún así conmovedoras. Potencialmente más que un truco es el viaje de Penn al frente, que parece tanto demostrar su valía como entender la historia.
Superpotencia
No clasificado. En inglés y ucraniano, con subtítulos. Duración: 1 hora 55 minutos. Míralo en Paramount+.