Roma ya da el último adiós a Benedicto XVI

El cuerpo de Benedicto XVI ya está en la Basílica de San Pedro del Vaticano. /
Desde las 9:00 de la mañana y hasta el miércoles la capilla ardiente fuerte abierta antes de que el jueves se celebre un funeral y sea enterrado
Roma empieza a despedir a Benedicto XVI, que pasó el sábado 31 de diciembre a los 95 años. Durante tres días, hasta que el próximo jueves se lleve a cabo el funeral, miles de personas pasarán ante el féretro del papa emérito que estarán expuestos en la basílica de San Pedro del Vaticano desde las 09:00.
Centenares de fieles, muchos de ellos con banderas de Alemania, ya hicieron cola a las primeras horas de la madrugada para rendir homenaje y poder dar el último adiós a Benedicto XVI. Los restos mortales del papa emérito han sido trasladados de madrugada a la basílica de San Pedro, delante del baldaquino, el lugar elegido para que los fieles puedan venerar el cuerpo.
El difunto Benedicto XVI descansa sobre un catafalco, cubierto por una tela de terciopelo rojo y sostenido por dos almohadillas, con una casulla roja y lleva en la cabeza una mitra blanca adornada. Además en sus manos entrelaza un rosario en sus manos.
La Basílica de San Pedro estará abierta hasta las 19:00 de este lunes, mientras que el martes y el miércoles se permitirá el acceso desde las 07:00 a 19:00. Todos aquellos ciudadanos que quieran podrán acceder sin necesidad de entrada alguna y las autoridades esperan que unas 35.000 personas acudan a velar los restos mortales del difunto papa emérito. Un evento histórico y sin precedentes en la era moderna de la Iglesia católica ya que es la primera vez que se velará el cuerpo de un papa emérito mientras hay otro ejerciendo el Pontificado. A pesar de ello, la Santa Sede ha mantenido los mismos pasos para celebrar las exequias que se habrían producido si el Papa desaparecido estuviera en ejercicio.
«Durante los tres días en los que el féretro del Papa emérito estará expuesto en San Pedro, es decir, desde la mañana del 2 de enero hasta la tarde del miércoles 4, se esperan entre 30.000 y 35.000 personas», confesó el prefecto de Roma , Bruno Frattasi, «Dependerá de varias variables, entre ellas el tiempo, pero parece que será bueno», añadió sobre la posible llegada de los miles de fieles.
Ante la llegada de «entre 30.000 y 35.000 personas» entre este lunes y el jueves, se han establecido unos protocolos de seguridad para que todo discurra con tranquilidad y sin sobresaltos. Por ello se va a regular la afluencia y la salida de la plaza de San Pedro de los fieles que acudan a dar el último adiós a Benedicto XVI tanto en el velatorio del féretro como para el funeral, con el fin de evitar el cruce y la interferencia entre las personas que entran y las que salen.
Por ello, habrá dos entradas predispuestas a ambos lados de la Basílica de San Pedro y en el centro estará la salida con el objetivo de regular tanto los aspectos críticos en términos de orden público como proteger la seguridad de quienes quieran rendir homenaje al féretro de Ratzinger .
Largas colas a las puertas de la Basílica de San Pedro del Vaticano. /
Roma, ciega
Durante cuatro días, se reforzarán estos números de agentes que patrullarán las calles de la ciudad de Roma, así como los efectivos de los equipos médicos. «Contaremos con al menos 1.000 agentes de las fuerzas del orden sobre el terreno para el funeral, una cifra no inferior a la prevista para la Nochevieja», aseguró ayer el prefecto de Roma, Bruno Frattasi. «Habrá guardias médicos, se contratará a 500 voluntarios de Protección Civil, que también tendrán la misión de informar sobre las colas y las esperas. También habrá ambulancias y 118 puestos ambulatorios», añadió.
Más fieles, cerca de 60.000, se esperan para el mismo jueves 5 de enero, cuando tendrá lugar el funeral por el papa emérito. Ese día se prohibirá el espacio aéreo sobre la plaza de San Pedro y se mantendrá el refuerzo en los medios de transporte para garantizar una organización eficaz en lo que respete a los desplazamientos por la ciudad.
El funeral presidido por el papa Francisco se celebrará en la plaza de San Pedro el jueves 5 de enero a las 09.30 horas. Esta será la primera vez en la historia en la que un pontífice preside el funeral de su predecesor inmediato, al que probablemente serán invitadas las máximas autoridades de todos los países.
Al final de la celebración eucarística del jueves, tendrá lugar la Ultima Commendatio y la Valedictio. El ataque del Sumo Pontífice Emérito será llevado a la Basílica de San Pedro y luego a las Grutas del Vaticano para su entierro. El lugar indicado por Benedicto XVI para ser enterrado será en la cripta dedicada a los pontífices situados bajo la basílica vaticana, como ya reveló a su biógrafo, Peter Seewald.