“¿Sabes quién es Vivaldi, Mozart o Bethoven?”
La ignorancia musical no es sólo no saber quién canta una canción, es no reconocer a quienes han definido la música de un país. En el cuarto programa de MasterChef CelebridadMarina Ríos ha dejado a todos helados al admitir que no sabe quién es Joan Manuel Serrat, uno de los nombres más emblemáticos de la música española. Y eso no le ha sentado nada bien a Pepe Rodríguez.
Esta confesión llegó cuando Hiba Abouk le dedicó su plato a Samantha Vallejo-Nágera con mediterráneo de Joan Manuel Serrat, un tema que, en palabras de Pepe, forma prácticamente parte del ADN cultural de España. “Marina, ¿sabes de quién es esta canción?” preguntó el juez, seguro de que la respuesta sería afirmativa. Sin embargo, Marina negó con la cabeza.
La cocina se ha congelado por un momento. Eso No ha desatado una pequeña tormenta entre los jueces. El más duro ha sido Pepe, que no ha ocultado su indignación. “Joan Manuel Serrat, eso es sagrado”, afirmó. No es sólo una cuestión de gusto musical, sino una grave carencia en el ámbito de la cultura básica. Jordi Cruz, también en la misma línea que su colega, quiso lanzarle una reprimenda disfrazada de recordatorio: “Hay cosas que necesitas saber de tu país, de tu cultura”.
La TikToker, intentando justificar su desconocimiento, explicó que era “ignorantemente joven”, lo que no ha calmado los ánimos. De hecho, Hiba no tardó en responder que, a su misma edad, conocía perfectamente a Serrat. Incluso Pitingo ha intervenido para recordarle que la edad no es excusa para no saber lo básico.
Un error imperdonable de Pepe Rodríguez
Y por si quedaban dudas sobre la gravedad del asunto, insistió Pepe, comparando a Serrat con los grandes compositores de la historia: “¿Sabes quién es Vivaldi, Mozart, Beethoven…? Bueno, es lo mismo. Pues sí, me enojo”, zanjó el tema bastante indignado.
Marina, por su parte, no se ha quedado callada. Lejos de aceptar las críticas, ha dicho que las canciones de Serrat le parecen “nerds” y que no son de su gusto porque prefiere Estopa. “¿Qué hago, me mato?” se preguntó, visiblemente cansada de las críticas de sus compañeros y jueces.