En las últimas horas, el foco de la gestión de la DANA en la Comunitat Valenciana está en la consellera de Justicia e Interior de la Generalitat Valenciana, Salomé Pradas, encargada de Emergencias. Y cada nuevo detalle que se revela es más inexplicable que el anterior.
Por ponerlo en contexto: Pradas compareció este jueves en la televisión pública valenciana afirmando que no supo de la existencia del sistema de alerta móvil hasta las 20.00 horas del martes por la tarde de las inundaciones; Posteriormente un audio al que tuvo acceso la SER desmintió esta versión. Pradas volvió a ser desmentida este jueves: aunque la consejera de Mazón negó que la delegada del Gobierno le ofreciera la ayuda de la UME en el matutino de la DANA, RTVE la grabó contándoselo a su equipo, y ayer difundió las imágenes que revelan a Salomé Pradas.
Ahora, en las redes sociales se recuperan más momentos que pusieron en aprietos a Pradas. Por ejemplo, este tuit que la actual consellera escribió hace apenas tres años, en el que Pradas pedía la dimisión de Mireia Mollà, entonces ministra de Agricultura del Gobierno de Ximo Puig, por el “evento macabro de la muerte de 10 burros bajo el gobierno de Ximo Puig”. la gestión” de Puig, escribió Pradas en octubre de 2021.
No contenta con pedir la dimisión de Mollà, Salomé Pradas volvió a la carga al día siguiente en Twitter, tras la dimisión del entonces director general de Medio Natural por la muerte de los animales. «Esto es una tontería», dijo Pradas en las redes sociales. “La concejala que es su jefa se aferra al cargo porque dice que no se había enterado de nada. Mollà debe dimitir como máxima responsable de este macabro hecho, y si no, Puig debe destituirla”, ha afirmado.
En efecto, la dimisión de Benjamín Pérez, alto cargo de Compromís y entonces director general de Medio Natural de la Generalitat Valencianafue causado por la muerte de esos diez burros en un programa piloto de prevención de incendios. En ese momento, la Conselleria de Agricultura abrió un expediente informativo para esclarecer la muerte de 10 de los 50 burros que fueron introducidos en el parque natural del Desierto de Les Palmes de Castellón para ayudar a prevenir incendios.
El plan era utilizar los animales para eliminar restos de vegetación y contribuir a la tala de bosques utilizando especies del entorno. Meses después, la Fiscalía constató malos tratos y trasladó a los tribunales la muerte de los burros en el Desert de les Palmes de Castellón tras observar que podría existir un delito de maltrato animal imputable al director del parque natural, Antonio García.