Dos meses después de participar en sus quintos Juegos Olímpicos, Saúl Craviotto (Lérida, 1984) está apurando al máximo su preparación para intentar ampliar su palmarés olímpico en París (ya ha ganado cinco: dos oros, dos platas y un bronce en la modalidad de kayak). Él piragüista y policía nacional De permiso, que vive en Gijón con su mujer y sus tres hijas, entrena cinco horas diarias, entre gimnasio y agua, en el embalse de Trasona, cerca de Avilés. Allí se encuentra concentrado con la selección nacional de piragüismo, a la espera de viajar a la capital francesa.
Pese a la intensidad de su preparación, el deportista ha podido participar en la presentación de un estudio de Proteína Plus Burgo de Arias, marca de la que es embajador y con la que se siente ampliamente identificado. «Es un producto en el que creo y me pasa lo mismo que con otras marcas con las que trabajo, que tienen que encajar conmigo y con mis valores, y esto queso fresco Me viene como anillo al dedo, porque es un producto que consumo a diario en el desayuno y la merienda y siempre lo tengo en el frigorífico”, afirma la deportista olímpica.
Según el estudio presentado por la marca sobre el consumo de proteínas en España, liderado por el reconocido experto en nutrición Pablo Ojeda, el 97% de los españoles se preocupa por incluir proteínas en su dieta, algo con lo que Craviotto está muy de acuerdo. . «Para un deportista como yo es fundamental entender que el músculo, cuando se desgasta, hay que darle el combustible que necesita».
En conversación con METRÓPOLI, el piragüista desveló las claves de su entrenamiento de cara a los Juegos, así como información nutricional y otras curiosidades sobre su pasión por la cocina, que aumentó tras ganar el concurso MasterChef Celebrity en 2017.
- Para estos Juegos, ¿te preparas igual de siempre o, a medida que te haces mayor, tus rutinas van cambiando?
- Estos serán mis quintos Juegos y ha habido un poco de evolución. Cuando comencé con 22 años, en Beijing, no tenía muchos conocimientos ni la necesidad de cuidarme tanto como lo hago ahora. La preparación a lo largo de los años ha evolucionado, desde la fisioterapia hasta la nutrición y el entrenamiento. Y con el paso de los años te das cuenta de que la nutrición es un pilar. Además tengo la suerte de que mi mujer se ha especializado en Nutrición Deportiva y me ha ayudado mucho.
- ¿Qué come un deportista de élite para prepararse para los Juegos Olímpicos?
- Es más bien una cuestión de costumbre. No me obsesiono con la comida, no peso los gramos de hidratos ni de proteínas, al final es sentido común, comer variado, limpio… Es cambiar cuatro hábitos, no es que antes comiera mal, pero si saltate un dia a la semana la dieta, no pasa nada. Si me apetece una pizza o una hamburguesa, la como, sin obsesiones. Es importante entender que la alimentación es el combustible que tu cuerpo necesita y enfocar ese combustible en las necesidades de cada momento; Si necesito un entrenamiento duro tendré que comer más carbohidratos, al final es entender que el músculo, cuando lo desgastas, hay que darle el combustible que necesita, son conceptos básicos. Espaguetis, arroz, un filete, pollo asado… Como un poco de todo. En el desayuno siempre como fruta, tostadas con queso fresco Arias, salmón, aguacate, huevo frito, café y jugo de limón. Si no, me desmayo.
- ¿Y cuando no compites?
- No suelo variar mucho… Cuando estoy de vacaciones, después de un mundial, etc., hacemos un mes de descanso y no varío mucho mi alimentación. Sí, es cierto que cuando estoy, por ejemplo, en un hotel de Tenerife y hay buffet libre, entonces peco un poquito más. Estando en casa, comer sano no me parece un suplicio. Si pasas tres o cuatro días comiendo mal en aeropuertos, bocadillos, etc. pues te sientes mal.
- El otro día, en una entrevista, el remero Rodrigo Conde decía que renunciaba a los Juegos cansado de tener sed y hambre. ¿Tienes hambre?
- No, en absoluto. No es bueno pasar hambre si eres deportista, sobre todo en mi deporte, no llegamos a esos extremos. Y la sed también; en el momento en que tienes sed, algo anda mal.
- ¿En la Villa Olímpica comes lo que te dan allí o la comida la preparas tú mismo?
- Es una especie de ciudad, el comedor es enorme y tiene diferentes puestos con distintos tipos de comida para elegir. Siempre vamos al Mediterráneo, que es lo más parecido a lo que hemos estado comiendo estos cuatro años. Lo más importante antes de competir es no cambiar tus rutinas alimentarias, es decir, no comer sushi aunque te apetezca, antes de competir no es momento de comer comida picante, porque te puede sentar mal… Intenta no variar demasiado la dieta.
- ¿Qué tienes prohibido comer mientras entrenas?
- El dulce está prohibido como tal, como cualquier ser humano, pero no nos obsesionamos y si un día nos apetece ir a tomar un helado o una cerveza o unas bravas, lo tomamos. No vivimos en una cápsula de cuidarnos al milímetro. De viernes a sábado es súper saludable y los domingos nos damos un poco de permiso. Si voy con mis hijas a tomar un helado lo tomo, no soy muy estricto.
- ¿Qué sacaste de tu participación en MasterChef Celebrity?
- Sobre todo una red de amigos brutal y una gran experiencia. Fue difícil, pero una experiencia de aprendizaje importante. Aprendí a dar color y sabor a la comida, a hacer platos de cuchara, salsas… y a quitarme el miedo. También descubrí después del programa que cocinar me relaja mucho. Y lo hago bastante.
- ¿Cocinas en casa todos los días ahora?
- No, porque mi mujer come afuera y de noche, pero los fines de semana son míos. Cocinar lleva tiempo y es los fines de semana cuando lo hago, porque me gusta y me relaja.
- ¿Qué no falta nunca en el frigorífico de Saúl Craviotto?
- El queso fresco de Burgo de Arias.
- ¿Y en la mesa?
- Agua, solo bebo agua.
- ¿Crees en los súper alimentos?
- Sí, normalmente jugamos mucho a eso, además, mi esposa tiene un blog de cocina saludable llamado El cuenco en forma y le gusta investigar, hacer platos con ellos, y yo soy el catador oficial de la casa (risas). Disponemos de una buena estantería con productos raros y superalimentos.
- ¿Alguna vez has caído en una dieta milagrosa?
- No, en absoluto. No me molestan en ese sentido. Eso de los milagros en cuatro días… no. Soy deportista y tardo cuatro años en jugar en 30 segundos y ponerme en forma en tres semanas con alguna dieta milagrosa, es imposible. No puedo correr ningún riesgo con esas cosas.
- ¿Cómo conquistas tu estómago?
- Con un plato de cuchara. Soy muy aficionada a los guisos y la comida casera. Afortunadamente vivo en un lugar donde es muy fácil conquistarme con la comida.
- ¿Tienes prejuicios con alguna cocina?
- No me desagrada nada y no hay comida ni comida que no pueda soportar, hago de todo. Me encanta la comida asiática, la comida mexicana, la comida peruana…, me gusta probar de todo…, pero prefiero la comida española.
- Si sólo pudieras comer una cosa, ¿cuál sería?
- Tortilla
El deportista, en uno de sus entrenamientos grabado en su cuenta de Instagram (@saul_craviotto).
- Un lugar donde disfrutar siempre en la mesa.
- En casa de mi madre y mi suegra tienen una mano increíble en la cocina.
- ¿A qué sabe tu vida ahora?
- Dulce. Estoy en el momento más dulce de mi vida, con mis tres hijas, alegría en casa y viviendo una fantástica etapa deportiva. Hermoso.
- ¿Qué te amarga la vida?
- Las prisas, el no tener las cosas bien definidas. Me gusta tener todo bien estructurado y cuando mis planes cambian y me agobian, me hace la vida miserable.
- Una receta que roza.
- Varios. Me sienta bastante bien la tortilla de patatas y también la fideuá y los arroces.
- Una manía confesable a la hora de sentarse a la mesa.
- Más que un hobby, para mí es educación, y es esperar a que estemos todos sentados para comer. Me da mucha rabia cuando la gente empieza a comer sin que todos estén sentados y servidos.
- ¿A quién invitarías a cenar para conocerte mejor?
- A Pau Gasol. Me parece un tipo muy cercano y simpático y he tenido la oportunidad de hablar con él un par de veces en los Juegos Olímpicos; Me encantaría ir a cenar con él y conocerlo más.
- ¿Hay alguien con quien nunca te sentarías a la mesa?
- Posiblemente, pero no te lo voy a decir (risas).
- ¿Por qué necesitas un salero?
- Bailar.
- ¿Qué le das sabor a tu vida?
- ¡Qué preguntas! Me estás torciendo la cabeza (risas). Bueno, lo intento en mi relación, con mi esposa.
- ¿Qué detiene tu apetito?
- Los días previos a la competición, antes de competir, se me cierra el estómago, se me va el hambre. La mañana antes de una final, por ejemplo, tengo que obligarme a desayunar.
- ¿De qué te atracas?
- De los canelones de mi madre. No soy capaz de comerme cuatro, destruyo la fuente y no tengo límite
- ¿Qué te tiene frito estos días?
- Estoy bastante tranquilo, nada me quita el sueño, pero me agobian un poco los viajes, los compromisos y tener que compaginarlo con el entrenamiento.