La falta de relevo generacional ha llevado a la familia Picardo a tomar la decisión de poner a la venta el mítico establecimiento.
Se vende La Venta de Vargas. La familia Picardo, tras 88 años al frente del establecimiento, ha tomado la decisión de dar un paso al costado por la «falta de relevo generacional».
«Lo hemos puesto a la venta, pero no para venderlo mañana, sino cuando venga el vendedor que queremos». dice Lolo Picardo, uno de los dueños de un establecimiento que es emblema de San Fernando y catedral del flamenco.
«Somos la cuarta generación pero ya no hay una quinta generación que quiera tomar las riendas de la Venta. Nuestros hijos tienen sus estudios y su carrera y nosotros tenemos cierta edad», explica Lolo Picardo, quien asegura que la opción de vender el establecimiento surgió hace un año y medio, cuando falleció repentinamente Pepe Nieto, uno de los trabajadores. «Nos hizo pensar que nos puede pasar esto. Eso te pasa a ti y lo que pasa con la Venta y con la herencia de esa persona estamos cumpliendo años, estamos pasando todos los cincuenta y te hace replantear el futuro, y. ese futuro pasa por la Venta de Vargas ya no está en manos de los Picardo, por eso, ahora que la venta-museo va viento en popa, decidieron ponerlo a la venta, pero no hay prisa por entregar las llaves de una pieza. La historia reciente de San Fernando con un nuevo dueño. «Puede que tarde diez o doce años en venderse, pero ya le hemos puesto esa etiqueta de que está a la venta».
«Si mi padre, mi tío y mi tía abuela, que era la dueña de la venta, vieran esto, seguro que estarían orgullosos de nosotros por haberlo hecho», afirma Lolo Picardo, quien asegura que ha sido lo más decisión difícil de su vida. «Cuando se venda, no volveré a pasar por esa rotonda en mi vida». La propiedad de Venta de Vargas se reparte entre Conchi Torres y Lela Fontao, viudas de José y Lolo Picardo, y sus seis hijos.
El futuro de Venta de Vargas quiere seguir por el mismo camino. «Me gustaría que fuera algo parecido a lo que es ahora y que tuviera todo el respeto por la historia que tiene.«confiesa Lolo Picardo, quien sostiene que los Vargas y Picardo se llevaron la Venta Eritaña, que era de otra persona, y »la llevamos hasta ahora«. Espera que se mantenga la esencia de un lugar que espera mucha historia, pero no sólo en sus paredes, sino también en sus platos.
En sus cocinas, Catalina Pérez y su nuera María Jesús Picardo elaboraron las primeras tortillas de gambas tal y como las conocemos hoy. »Ojalá siga siendo un lugar como está, con la gastronomía típica de la zona«. Está vivo también el deseo de que Venta de Vargas, donde nació la leyenda de Camarón de La Isla, «siga siendo un faro que ilumine el flamenco en la provincia de Cádiz».
De momento, la Venta de Vargas permanecerá abierta para disfrutar de su encanto y gastronomía a la espera de que llegue el comprador adecuado. Un establecimiento que es seña de identidad de San Fernando.
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