«Socializar y tener un plan de vida bien definido mejora la salud cerebral»

El Universidad Católica de Valencia (UCV) ha presentado un ambicioso proyecto de investigación, innovación clínica y formación sobre salud y resiliencia cerebral. El Vicerrector de Investigación y jefe del Programa de Salud Cerebral de la UCV, Josep M. Tormos Muñoz, Cuéntale a LA RAZÓN en qué consiste este interesante proyecto y cómo cuidar la salud de nuestro cerebro.
¿Qué se entiende por salud cerebral y resiliencia?
La definición más sintética que podríamos hacer de la salud cerebral es tener un número suficiente de neuronas, conectadas de la forma adecuada para llevar una vida plena y satisfactoria. Es deseable mantener esa funcionalidad. Y la pérdida de funcionalidad debe considerarse un problema de salud, como artrosis, hipertensión, problemas respiratorios u otros síntomas. La resiliencia cerebral es la capacidad del sistema nervioso para superar imprevistos.
¿En qué consiste el proyecto “Salud Cerebral y Resiliencia Valencia Challenge”?
El proyecto responde a un doble compromiso con la sociedad valenciana: por un lado, mantener la capacidad funcional óptima del cerebro de cada persona a lo largo de su vida y prevenir problemas cognitivos, identificando precozmente posibles factores de riesgo; y, promover la resiliencia cerebral para minimizar su daño en pacientes con patologías neurológicas y psiquiátricas. Se estima que una de cada tres personas padece algún tipo de trastorno neurológico: más de 15 millones en España y más de un millón y medio en la Comunidad Valenciana. Mantener la funcionalidad del sistema nervioso es la prioridad de la investigación biomédica en el siglo XXI. Hasta la fecha, el abordaje tradicional en medicina de estas patologías se ha centrado en buscar el diagnóstico precoz de la enfermedad. Sin embargo, el daño estructural precede en más de una década a la aparición de los síntomas en la mayoría de las enfermedades cerebrales, por lo que es necesario realizar un cambio de estrategia para identificar marcadores biológicos de salud que permitan diseñar nuevas estrategias de intervención. Éste es el desafío de la UCV.
¿Quién puede participar?
El objetivo es crear cuatro cohortes de población representativas que sumarán más de 12.000 participantes. Dos cohortes de personas mayores de 40 años: una de personas sanas, para estudiar marcadores biológicos y comportamentales relacionados con la salud cerebral; otra cohorte con pacientes con enfermedades neurológicas y psiquiátricas, para caracterizar componentes individuales relacionados con mecanismos de resiliencia e identificar nuevas dianas terapéuticas; y jóvenes, con o sin enfermedades neurológicas o psiquiátricas, para estudiar el impacto de los estilos de vida en la salud cerebral a corto y largo plazo.
Este es un proyecto de ciencia abierta, ¿pueden participar otras instituciones?
Nuestro deseo es invitar a ser parte del mismo a toda la comunidad de investigadores de la comunidad, quienes por afinidad e interés científico puedan interesarse y contribuir al avance del conocimiento sobre la salud y la resiliencia del cerebro. La idea es crear un ecosistema de excelencia centrado en las personas, que aglutine a la academia, universidades y centros de investigación; empresas que trabajan en el sector de la neurotecnología, que pueden añadir valor y beneficiarse del conocimiento, que regresa a las personas en forma de sistemas más eficaces y eficientes.
¿Qué va a suponer este proyecto para Valencia?
Nuestra idea es establecer en Valencia un nodo de referencia internacional para el estudio de la salud y la resiliencia del cerebro. No sólo viva más, sino hágalo mejor. Debemos ser conscientes de que el impacto global de las enfermedades neurológicas y psiquiátricas es mayor que la suma del impacto del cáncer y las enfermedades cardiovasculares.
¿Cuáles son los principales factores de riesgo para la salud del cerebro?
Existe una relación directa entre la edad y el riesgo de aparición de enfermedades neurológicas y psiquiátricas, especialmente las que llamamos enfermedades neurodegenerativas. También existen factores de riesgo genéticos que, por ahora, no podemos modificar, y factores ambientales o biográficos. El riesgo depende de muchos factores y lo mejor es que nos centremos en aquellos factores que son modificables. Sabemos que el sedentarismo, la falta de actividad física, dormir un número insuficiente de horas (no se recomienda menos de 6 horas diarias), la soledad, la obesidad y la diabetes, tener una mala salud cerebral, la falta de estímulos cognitivos… Pueden acelerar la aparición de síntomas.
Habla de la importancia de tener un propósito de vida para cuidar la salud del cerebro. ¿Cuáles son tus principales recomendaciones para cuidar un órgano tan importante como el cerebro?
Estudios recientes de nuestro grupo de trabajo corroboran que la dieta mediterránea, el ejercicio físico regular, estimular la actividad cognitiva, la socialización, dormir un número de horas adecuado y tener una buena salud general, mejoran la salud cerebral de las personas y previenen la aparición de síntomas. Pero nos llamó la atención que tener un plan de vida bien definido, basado en actividades con un significado más allá del individuo, en un contexto coherente, no sólo muestra un factor protector sobre la salud cerebral, sino que también tiene un efecto mediador sobre el resto del cerebro. cerebro. factores.
El nuevo Máster comenzará en enero, cuéntanos a quién va dirigido y cuál es el objetivo de esta formación especializada.
El nuevo paradigma de la medicina personalizada y de precisión necesita profesionales con esta orientación transdisciplinar desde las universidades. Por ello, en enero comienza en la Universidad Católica de Valencia el nuevo Máster en formación permanente en Salud Cerebral. El primero ofrecido en nuestro país. En modalidad online para fomentar la participación desde diferentes puntos geográficos.
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