Alejandra Rubio (24 años) y carlo costanzia (32 años) están viviendo unos días inolvidables. La pareja ha dado la bienvenida a Carlo, su primer hijo juntos, un bebé que ha llegado a sus vidas cuando apenas han cumplido el primer año de relación y que ha convertido tanto a Terelu Campos como a Mar Flores en abuelas. Este niño ha sido una alegría tremenda para sus respectivas familias y por supuesto para sus jóvenes padres, pero también, como toda nueva vida, Es un gran desafío para todos. ¿La llegada del bebé puede afectar a la pareja o saldrá más fuerte? Hemos hablado con el psicóloga y experta en parejas Lara Ferreiroautora del best seller ‘Adicto a un Pendejo’, sobre Alejandra Rubio y Carlo Costanzia y no sólo nos ha aclarado dónde se encuentran sino también los grandes retos a los que se enfrentan.
Así, Ferreiro comenzó analizando la primera aparición de Alejandra Rubio y Carlo Costanzia a las puertas del hospital, donde ya dejaron claro que no iban a exponer a su bebé y aparecieron para darle las gracias en solitario. El lenguaje no verbal es muy potente y la experta en parejas ha analizado sus gestos: «La comunicación no verbal en la puerta del hospital nos deja claro que Están en el mejor momento de la pareja.ahora están en su luna de miel absoluta. Se han unido, forman un tándem perfecto como pareja. «Está tan enamorada de él, es increíble cómo se miran, sus gestos, cómo él la acaricia y la cuida… Parece que la paternidad los ha unido, pero no será fácil».
Alejandra Rubio y Carlo Costanzia tras el nacimiento de su primer hijo.
GTRES
Lara Ferreiro explica a Lecturas.com que este bebé les ayudará a limar los problemas que puedan tener como pareja pero lógicamente también les traerá otros problemas que tendrán que trabajar en familia. «Seguramente van a intentar controlar sus peleas, esta relación es apasionada, ambos tienen mucho carácter.«, analiza.
Los desafíos de Alejandra Rubio y Carlo Costanzia
«El mayor reto al que se enfrentan es el carácter, son dos volcanes, dos bombas de tiempo, la típica pareja que puede pasar del enamoramiento absoluto a la pelea. Claro que con un bebé tan pequeño no duermes, estás cansado y esa explosividad emocional». También se potencia ahora, y ese es otro de sus grandes retos, es que enfrentan la presión mediática, para ser juzgadas en este nuevo rol, como pareja, empezarán a comparar abuelas, quién es mejor o quién tiene más estilo. , Luego está la gestión de la respectivos suegros, que todavía se están conociendo como pareja…», explica la psicóloga y terapeuta de pareja.
Alejandra Rubio, una joven madre en su momento más feliz y vulnerable
La maternidad es un reto en cualquier pareja y una revolución en la vida de cualquier pareja, pero sin duda es la mujer la que más siente esa presión. A todo el embarazo, el parto, la incertidumbre, los miedos o el trabajo, se suman otros retos, que Lara Ferreiro ha ido enumerando. «Por ejemplo, una posible depresión posparto, por agotamiento, presión económica, miedo por el futuro de la relación o si cambiará, por conocer a la pareja… El 20% de las mujeres la padecen y puede empezar desde el primer mes y hasta los primeros seis meses las emociones son fuertes, hay más estrés y ansiedad, peleas por ese primer hijo, todo esto es normal. Además, puede haber una pérdida de identidad y autonomía de la pareja, incluso. gran pico de infidelidad durante el primer año de nacimiento del primer hijo, aunque eso no significa que así sea», añade.
«Surgen la inseguridad y la autocrítica, actuar en pareja es todo un reto. Pero son todas fases: la primera fase es la luna de miel, luego viene la adaptación y gestión de nuevos roles, la reorientación y en ocasiones se llega a una cuarta en la que Todo se ha estabilizado tanto que van por un segundo hijo», afirma Lara Ferreiro. «Pero hay que gestionar el estrés, el autocuidado, el estrés emocional, los cambios de roles… Tener un hijo es lo más bonito y duro a la vez, un sentimiento ambivalente y Alejandra y Carlo forman una pareja preciosa pero muy joven». de perfiles complejos, especialmente para Carlo», concluye.