
El estudio comparó la tolerancia a la glucosa de los participantes, que se dividieron en dos grupos: los que comieron temprano, que comieron la mayor cantidad de calorías antes de la noche, y los que comieron tarde, que comieron el 45 % o más de las calorías después de las cinco de la tarde. . Ambos grupos consumieron las mismas calorías y los mismos alimentos durante el día. Imagen: Freepik.
(29-11-2024). El momento del día en el que comemos es clave para nuestra salud. Así lo demuestra un estudio liderado por un investigador de la UOC que demuestra que ingerir más del 45% de las calorías después de las cinco de la tarde altera los niveles de glucosa, con graves consecuencias para la salud.
Aunque siempre se ha dicho popularmente que es mejor cenar temprano y ligero, una investigación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) y la Universidad de Columbia ha sentado las bases científicas de esta afirmación.
Como lo demuestra un estudiar publicado abiertamente en Nutrición y diabetes Del grupo Nature, ingerir más del 45% de las calorías del día después de las cinco de la tarde se asocia con un aumento de los niveles de glucosa, con las consecuencias nocivas que ello conlleva para la salud, independientemente del peso y la edad. la grasa corporal de la persona.
El estudio se llevó a cabo en el Irving Medical Center de la Universidad de Columbia, en Nueva York, y estuvo liderado por la investigadora postdoctoral y doctora Diana Díaz Rizzolo, profesora de Estudios de Ciencias de la Salud de la UOC.
“Los niveles elevados de glucosa mantenidos en el tiempo pueden tener implicaciones como un mayor riesgo de progresar a diabetes tipo 2, un aumento del riesgo cardiovascular, debido al daño que provoca la alta glucosa en los vasos sanguíneos, y más inflamación crónica, que agrava los problemas cardiovasculares y daño metabólico”, dice Díaz Rizzolo.
Hasta ahora se creía que la principal consecuencia de cenar tarde era el aumento de peso, lo que se asociaba con el hábito de elegir peores alimentos por la noche, como consumir más alimentos ultraprocesados, porque las hormonas que regulan el apetito y la saciedad están alterados. cuando no nos adaptamos a las horas de sol.
La importancia del estudio es que revela que el horario de las comidas, por sí solo, puede afectar negativamente al metabolismo de la glucosa, independientemente de la cantidad de calorías consumidas a lo largo del día y del peso y grasa corporal del individuo.
Personas que comen tarde versus personas que comen temprano
El estudio incluyó a 26 participantes de entre 50 y 70 años que tenían sobrepeso u obesidad y prediabetes o diabetes tipo 2. Se comparó la tolerancia a la glucosa de los participantes, quienes se dividieron en dos grupos: los participantes que comieron temprano, que hicieron la mayor ingesta de calorías antes de la noche, y los que comieron tarde, que comieron el 45% o más de sus calorías después de las cinco de la tarde. tarde.
Ambos grupos consumieron las mismas calorías y los mismos alimentos durante el día, sólo se diferenciaron en que lo hicieron en diferentes horarios para registrar sus comidas en tiempo real.
El principal hallazgo es que los participantes que comieron tarde toleraron peor la glucosa, independientemente de su peso o de la composición de la dieta. También se observó que tendían a comer más carbohidratos y grasas durante la noche.
Díaz Rizzolo, especialista en obesidad, diabetes y envejecimiento, explica que durante la noche la capacidad del cuerpo para metabolizar la glucosa se reduce, debido a que la secreción de insulina y la sensibilidad de las células a esta hormona disminuyen debido al ritmo circadiano, determinado por un sistema central. Reloj en el cerebro que se coordina con las horas de luz y de noche.
La importancia de cuando comes
El estudio, por tanto, supone un hallazgo importante sobre las implicaciones que tiene para la salud la hora a la que ingerimos las comidas. “Hasta ahora”, afirma el investigador, “las personalizaciones en nutrición se han basado en dos cuestiones principales: cuánto comer y qué alimentos elegir. Con este estudio una nueva cuestión empieza a cobrar importancia en la prevención cardiometabólica: ¿a qué hora se come», afirma Díaz Rizzolo.
A partir del estudio, y con cautela, porque habrá que investigar más para profundizar en el tema, el investigador aconseja que el aporte de alimentos se realice principalmente durante las horas de sol del día y que «el mayor aporte de calorías en el día se realiza durante el desayuno y el almuerzo, en lugar de la merienda y la cena”. Díaz Rizzolo también recomienda evitar el consumo de productos ultraprocesados, comida rápida y alimentos ricos en carbohidratos, especialmente por la noche.
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