- viajero 1Lanzado en 1977, perdió la comunicación debido a una falla técnica.
- La NASA reactivó un transmisor banda S inactivo desde 1981 para mantener el contacto.
- Los ingenieros lograron capturar la señal débil, aunque insuficiente para recibir datos científicos detallados.
lo esencial: un problema reciente en la sonda viajero 1 interrumpió sus comunicaciones con el Tierralo que obligó al equipo OLLA reactivar un transmisor espacial que no se utilizaba desde 1981. Este cambio permitió restablecer el contacto básico con la nave, aunque con una señal limitada en su capacidad para enviar información completa. Esta sonda, situada a más de 24 mil millones de kilómetros de distancia, continúa su misión en el espacio interestelar, impulsada por ingenieros que mantienen operativa la tecnología desde hace más de cuatro décadas.
Por qué es importante: el viajero 1 Es el objeto creado por el hombre más distante y continúa proporcionando datos únicos sobre el espacio interestelar. Su capacidad para adaptarse a las dificultades ilustra la habilidad y el ingenio de los ingenieros que, a través de técnicas creativas, han prolongado la vida de esta misión histórica.
La misión del viajero 1 continúa sorprendiendo y desafiando a los científicos, incluso 47 años después de su lanzamiento. Esta histórica sonda, lanzada en 1977, ha sido un emblema de la exploración espacial humana al aventurarse hasta los límites del espacio interestelarconvirtiéndose en el objeto creado por el hombre más distante del mundo. Tierra. Pero la avanzada edad del barco ha traído nuevos desafíos técnicos y su equipo tuvo que superar problemas inesperados para mantenerlo operativo y en comunicación.
Recientemente, una falla en su sistema provocó una pausa en las comunicaciones con su base en el OLLAubicado en el Laboratorio de propulsión a chorro (JPL) en California. Esta falla activó un sistema de protección autónomo, diseñado para preservar el barco apagando componentes no esenciales cuando ocurre un problema técnico. La situación llevó al equipo a tomar medidas extraordinarias, como reactivar un transmisor de radio inactivo desde 1981, en un esfuerzo por restablecer el contacto con la sonda.
El incidente muestra las complejidades que enfrenta la Voyager 1 a medida que se adentra cada vez más en el cosmos, superando distancias de hasta 15 mil millones de millas de la Tierra. La reciente recuperación de la comunicación con el barco es testimonio del ingenio del equipo de ingenieros que, a pesar de los obstáculos, ha logrado superar los problemas técnicos y prolongar la vida de esta legendaria misión.
las sondas viajero 1 y viajero 2 fueron lanzados en 1977 con el objetivo de explorar los planetas exteriores del sistema solar, como Júpiter, Saturno, Urano y Neptunojunto con varias de sus lunas. Estas naves espaciales gemelas recopilaron valiosos datos científicos durante su viaje y, en 2012, la Voyager 1 se convirtió en el primer objeto humano en cruzar los límites del universo. heliosferauna burbuja de partículas cargadas y campos magnéticos generados por el Sol. Este logro permitió a los científicos estudiar directamente el espacio interestelar, un territorio desconocido más allá de la influencia directa de nuestra estrella.
A lo largo de su misión, la Voyager 1 ha enviado datos únicos sobre el entorno espacial a miles de millones de kilómetros de distancia. Gracias a estos datos, los investigadores han tenido acceso a una visión sin precedentes del cosmos, más allá del sistema solar. Sin embargo, la tecnología de la Voyager 1, que fue innovadora en su época, enfrenta importantes limitaciones debido al paso del tiempo. El barco está equipado con un sistema de protección contra fallos que actúa de forma autónoma cuando detecta problemas técnicos, desconectando los sistemas secundarios para ahorrar energía.
El incidente comenzó el 16 de octubrecuando el equipo Voyager en JPL envió una orden para encender uno de los calentadores del barco. Este calentador, utilizado para proteger los componentes de la radiación acumulada en el espacio, fue diseñado para ayudar a revertir el daño que causa. Sin embargo, la activación del calentador hizo que la Voyager 1 demandara más energía de la que tenía disponible, lo que provocó que el sistema de seguridad activara un modo de conservación. Esto implicó reducir la velocidad de transmisión del Transmisor de banda Xafectando la capacidad del Red de espacio profundo para recibir señales del barco.
El 18 de octubre, los ingenieros del JPL notaron que la señal de la Voyager 1 se había debilitado, pero lograron localizar una transmisión en banda X ese mismo día. Sin embargo, al día siguiente, la comunicación se interrumpió por completo, lo que llevó al equipo a sospechar que el sistema de protección había desactivado el transmisor de banda X y había cambiado a un transmisor de banda X. banda Sque no se había utilizado desde 1981.
El cambio al transmisor de banda S representó un gran desafío. Este transmisor utiliza una frecuencia diferente y envía una señal mucho más débil que la banda X, lo que dificulta su detección desde la Tierra. A pesar de la distancia de 24 mil millones de kilómetros, los ingenieros de Deep Space Network lograron captar esta señal, aunque su baja potencia limita la capacidad de recibir información completa sobre el estado de la nave.
De acuerdo a Bruce WaggonerJefe de garantía de la misión Voyager, la señal de banda S es “demasiado débil para uso a largo plazo”. El equipo ha podido enviar comandos básicos a la Voyager 1 y confirmar que la nave sigue mirando a la Tierra, pero la banda S no le permite recibir telemetria datos detallados ni científicos, que son cruciales para evaluar la salud del barco.
En lugar de correr el riesgo de activar el transmisor de banda X sin comprender la causa exacta del fallo, el equipo de la Voyager ha optado por analizar cuidadosamente el problema antes de intentar un cambio de configuración. La prioridad es evitar un cierre adicional o una pérdida total de comunicación con la sonda, lo que podría complicar irreversiblemente la misión.
En las últimas décadas, los ingenieros han utilizado enfoques innovadores para extender la vida útil de la Voyager 1. Estos incluyen encender viejos propulsores para mantener la antena apuntando hacia la Tierra y reactivar sistemas inactivos para superar fallas de software. Según los datos, cada nuevo error presenta un desafío único y la solución a menudo requiere decisiones arriesgadas que ponen a prueba el conocimiento y la creatividad del equipo.
El OLLA ha manifestado en múltiples ocasiones su compromiso con la Voyager 1, señalando que esta histórica nave espacial ha proporcionado información esencial para la comprensión del espacio interestelar. Aunque la misión enfrenta un futuro incierto, la sonda continúa enviando datos valiosos a la Tierra, lo que permite a los científicos estudiar fenómenos cósmicos que de otro modo serían inaccesibles.
El reciente incidente refleja los desafíos de operar una nave espacial al límite de la tecnología y el ingenio humano. La Voyager 1 ha sido y sigue siendo una fuente de inspiración y conocimiento. Su capacidad para adaptarse a las dificultades es un testimonio de los avances en la exploración espacial y del compromiso de los científicos e ingenieros que, contra todo pronóstico, han mantenido la Voyager 1 operativa durante casi medio siglo.
“La señal en banda S no es una solución permanente, pero al menos nos permite mantener la conexión y asegurar que la nave espacial permanezca apuntando a la Tierra”-concluyó Waggoner-.
Fuente: Infobae