Se trata de una de las fechas más importantes en la agenda institucional de Holanda y tras las vacaciones de verano marca la salida del armario de la Familia Real.él Día del presupuesto o Prinsjesdag, que se celebra el 17 de septiembre y tiene como acto central el discurso del rey Guillermo Alejandro desde el trono del Teatro Real de La Haya, durante una reunión de los Estados Generales y en el que detalla los planes más importantes del gobierno para el año entrante.
Sin duda, otro de los grandes atractivos de esta fecha es ver Las miradas de Máxima de Holanda y sus hijasque siempre destacan por su elegancia. Este 2024, ha habido varias sorpresas estilísticas y podemos decir que las Princesas Amalia y Alexia casi le ‘roban’ el protagonismo a su madre con los vestidos elegidos para la ocasión.
La Reina apostó por una de sus firmas favoritas, Claes Iversen, con un maravilloso diseño en tonos pastel con escote redondo y un gran lazo adornando uno de sus hombros, manga tres cuartos y un mini cinturón con una aguamarina del joyero real marcando la cintura. En cuanto al calzado, unas sandalias de plataforma metalizadas y también un tocado tipo diadema a juego con el vestido. ¡Imprescindible!
La heredera al trono también deslumbró, eligiendo una prenda que lució recientemente otra royal, Sarah Ferguson. Se trataba de un diseño verde botella con mangas largas y un diseño tipo ala abierta de la firma. Safiyaa. Era nuevo y le sentaba perfecto a su figura.
Pero la diferencia estuvo en el pelo. Nada de tocados ni complementos de grandes marcas, Amalia optó por una sencilla diadema de perlas de la firma francesa Bijoux Brigitte, que cuesta 9,95 euros. Sabe que combinar prendas caras con otras prendas es una buena idea. bajo costo Es un éxito.
En cuanto a Alexia, ha vuelto a llamar la atención con el intenso color rojo de su vestido. Los expertos en realeza seguramente lo conocerán, ya que pertenece al vestuario de Máxima de los Países Bajos y ella misma lo lució en el Budget Day de 2002 y durante una visita de Estado en 2003. El reciclaje también es cosa de princesas y reinas.
El escote pronunciado del vestido se atenuaba con la banda que llevaba encima. Se trataba de la Cinta de la Orden y la Estrella de la Gran Cruz de la Orden del León de los Países Bajos; las mismas que lucían su madre y su hermana mayor. En cuanto al pelo, un sencillo semirecogido con un adorno dorado.
Los Reyes acudieron acompañados de sus hijas mayores, pero Ariane, la pequeña de la familia, no asistió porque se encontraba estudiando en el extranjero. La familia Orange-Nassau llegó al Teatro Real de La Haya en carruaje, como es tradición, al igual que el príncipe Constantino, hermano de Guillermo, y su esposa Laurentien, que estaba muy elegante con un traje fucsia.