Un estudio en ratones publicado en ‘Nature’ demuestra una posible terapia basada en ARNm para tratar preeclampsia. El método utiliza nanopartículas lípidos para entregar ARNm de VEGF a la placenta, restaurando la presión arterial materna y mejorando la salud fetal.
La causa subyacente de la preeclampsia es la disfunción placentaria y toxinas como sFlt-1, que inhiben el VEGF. Una única inyección del candidato LNP 55 en ratones redujo los síntomas al mejorar la vasculatura placentaria, aumentar el peso fetal y estabilizar la presión arterial materna.
Aunque se necesita más investigación en humanos, estos resultados resaltan el potencial de esta terapia de ARNm.
Ingenieros de la Universidad de Pensilvania (EE.UU.) explican que se trata de un avance crucial que aborda una importante brecha en la equidad sanitaria de las personas embarazadas con preeclampsia.
La preeclampsia es causada por un flujo sanguíneo insuficiente a la placenta, lo que provoca presión arterial alta en la madre y restringe el flujo sanguíneo al feto.
Es una de las principales causas de mortinatos y nacimientos prematuros a nivel mundial, afectando entre el 3 y el 5% de los embarazos. Las mujeres embarazadas a las que se les diagnostica preeclampsia temprana enfrentan altos riesgos para ellas y sus bebés, incluidos problemas de salud graves y, en casos extremos, la muerte.
Actualmente, las opciones de tratamiento sólo abordan síntomas, como medicamentos para la presión arterial, reposo en cama o parto prematuro, que a menudo implican decisiones morales difíciles para las personas embarazadas.
Para la investigadora Kelsey Swingle estas opciones son insuficientes. Swingle ve las brechas en la atención médica de las mujeres como desafíos médicos que requieren soluciones científicas innovadoras y urgentes.
Nanopartículas lipídicas
En investigaciones anteriores, Swingle realizó un estudio de prueba de concepto que exploró una biblioteca de nanopartículas lipídicas (LNP), conocidas por su uso en vacunas de ARNm contra COVID-19y su capacidad para llegar a la placenta en ratones preñados.
En este último estudio, publicado en Nature, Swingle analizó 98 LNP para determinar su eficacia para reducir la presión arterial y mejorar la vasodilatación en ratones con preeclampsia. Un LNP en particular logró entregar más de 100 veces más ARNm a la placenta que las formulaciones aprobadas por las autoridades sanitarias estadounidenses (FDA).
El tratamiento funcionó. «Nuestro LNP pudo administrar una terapia de ARNm que redujo la presión arterial materna durante la última etapa de la gestación, mejoró la salud fetal y la circulación en la placenta», explicó Swingle. «Además, observamos un aumento en el peso al nacer de las camadas, lo que indica madres y cachorros sanos».
El equipo ahora busca llevar este tratamiento a modelos animales más grandes, como ratas y cobayas, cuyos sistemas placentarios son más similares a los humanos. Estos experimentos explorarán cuántas dosis serían necesarias y la efectividad en gestaciones más largas.
«Estamos en conversaciones para crear un empresa derivada y trabajar para llevar esta terapia a ensayos clínicos y al mercado”, dijo Swingle, quien también lidera la investigación para optimizar aún más la LNP y comprender mejor cómo llega a la placenta.