Puede que su nombre no te suene, pero sus productos sí. La empresa italiana Balconi, especialista en la fabricación de golosinas fundada en Milán en 1953 y propiedad desde 2015 del grupo Valeo, tiene a España como tercer país y varios de sus artículos para la merienda infantil tienen cuotas de mercado del 10%: Rollino y Trancetto . El director general de la compañía para España y Portugal, Toni Quintana, admite que su marca no tiene suficiente presencia en la piel de toro y esa percepción es precisamente lo que quiere cambiar. Para ello, tiene un plan estratégico para los próximos dos o tres años.
Su principal apuesta tiene que ver con la expansión del panettone en España. Aunque estas Navidades no serán una gran referencia porque están tanteando el mercado, reconoce el ejecutivo, lo cierto es que este producto mueve un negocio de 47 millones de euros en el país y en 2023 creció un 14%, según datos de Zircana. él dice. Quintana. El 11% de ese aumento provino del precio y sólo el 3% del volumen. “Aún con un aumento de precios, que no es precisamente pequeño, se compraron más panettones”, destaca. Y eso les lleva a pensar que las ventas del dulce italiano seguirán aumentando (ahora deberían representar 60 millones de euros, estima). Es más, se trata de un producto cuya comercialización se concentra en dos meses, Navidad, por lo que si se desestacionalizan, las ventas podrían dispararse hasta los 200 o 300 millones de euros, por encima de las de croissants, que es la categoría más importante. del sector, afirma el directivo.
Balconi tiene varios atributos que le pueden favorecer en la expansión del panettone en España, donde no hay líderes claros de momento: el primero es su origen italiano, el segundo es la estrategia que han seguido a la hora de lanzar un panettone con capacidad inversora de notoriedad en todo el año, en comparación con competidores con bolsillos menos ricos, indica.
“Queremos ser el jugador referencia en el mercado bocadillos Los dulces del sur de Europa y España son clave para esta estrategia”, afirma el director de la marca en Iberia. “Aspiramos a tener una participación relevante en el mercado del panettone y contribuir al desarrollo de la categoría de snacks dulces, que estimamos crecerá al menos durante los próximos tres años”, prevé. Este segmento, junto con la bollería industrial, está creciendo en Europa a ritmos que oscilan entre el 2% y el 5% en volumen. España es uno de los países en la banda alta de incremento, donde son esos mercados donde la población está aumentando.
La compañía, que prevé facturar 300 millones de euros este año en los 80 países en los que está presente (con un incremento superior al 20% respecto a 2023 que se atribuye principalmente a las operaciones corporativas realizadas), ha preparado y sigue haciendo para responder al tirón del consumo. Valeo Foods cerró formalmente el pasado verano la compra de Dal Colle (un actor relevante en el sector del panettone) y, según Quintana, tiene en la mira tres o cuatro transacciones en el sur de Europa. De hecho, anticipa, no harán falta ni tres meses para cerrar la primera adquisición, de la que no ofrece más detalles. Ni la inversión que está desplegando la multinacional.
Sí detalla las áreas objetivo: además de la compra de activos para cubrir la capacidad productiva necesaria para la expansión (a Dal Colle se suman Pattini, Val d’Enza o IDC Holding, ya que “nuestra especialidad es la integración de fábricas”), los Balconi El plan se centra en la distribución, «que queremos que sea muy masiva», y para ello debe llegar a nuevos canales como canales de impulso, gasolineras, aeropuertos…, y también en la notoriedad de marca («cuya notoriedad es baja. Y eso eso En España se consumen diariamente 250.000 productos Balconi y tenemos una cuota de mercado del 10% en tarta infantil», sostiene).
Por supuesto, Quintana asegura que las exigencias respecto al producto (mayor trazabilidad, ingredientes naturales, envases más pequeños y nuevos canales de distribución) también son crecientes. Para el ejecutivo, tanto ahora como en el futuro, el negocio está del lado de grupos transnacionales (como Valeo, en manos del fondo de inversión Bain Capital), mientras las empresas locales van perdiendo fuerza, «se están estancando».
La empresa distribuye buena parte de sus productos en España a través de Vicky Foods, con quien tiene acuerdo desde hace 10 años. “Estamos muy satisfechos. Nuestros productos son complementarios a los suyos y gracias a este acuerdo alcanzamos los 80.000 puntos de venta no sólo de alimentación tradicional (Alcampo, Eroski, Consum, Ahorramas o Condis), sino también del canal horeca”, valora el directivo. Sin embargo, Quintana cree que necesitan estar presentes en más grandes cadenas de supermercados. «Estamos negociando con algunas de las empresas más grandes», afirma.
La etiqueta blanca pesa
Entre otras cosas, porque en Europa el 30% de sus ventas provienen de la fabricación de marcas blancas (en España el peso es mucho menor). “Puede ser muy peligroso no tener una marca blanca porque en algunas categorías como muffins y croissants entre el 70% y el 80% de las ventas son de marca blanca”, advierte. “Además, en el último año y medio es el que más ha crecido”. A pesar de ser un actor fundamental en el sector, el producto del distribuidor no es lo que permite desarrollar la categoría, eso es lo que hace la innovación de la marca del fabricante, afirma. “En España se ha maltratado bastante la pastelería industrial, con productos muy artificiales y ultraprocesados. No tiene la mejor imagen. El nuestro es mejor. En Balconi tenemos artículos más innovadores”, añade.
Tras subir los precios entre un 30% y un 50% hace dos años como consecuencia del encarecimiento de las materias primas y los problemas de suministro, los consumidores reaccionaron comprando menos producto, reconoce el director de la compañía en España y Portugal. Más recientemente, Balconi ha intentado evitar la crisis inflacionaria con envases más pequeños y precios más baratos. Y hace unos 12 meses, el volumen de ventas se recuperó y empezó a aumentar. Croissants, galletas rellenas y barquillos son los productos que más han llamado la atención, además del panettone. Pero sus dulces más vendidos en España son las tartas infantiles Rollino y Trancetto. Desde que la firma está en el país, hace más de 15 años, ha vendido más de 1.000 millones.
Su producción se lleva a cabo en los cinco centros que tiene en Italia. Aunque esta situación podría cambiar, ya que “España está en el centro de nuestra estrategia. En 2026 queremos duplicar el volumen de ventas del año pasado y bien podría ser fabricar en el país o en Portugal”, afirma Quintana.