El titular del Juzgado de Instrucción número 47 de Madrid, Adolfo Carretero, va a solicitar amparo al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ante la avalancha de críticas de distintos ámbitos, incluido el Gobierno, que ha recibido por la forma en que tomó declaración. … a la actriz Elisa Mouliaá cuando acudió a confirmar su denuncia por agresión sexual contra el exportavoz de Sumar Íñigo Errejón.
Según informan a ABC fuentes jurídicas, en una carta dirigida al órgano de gobierno de los jueces, Carretero también solicita a la Fiscalía que tome cartas en el asunto e investigue la filtración de los vídeos de las declaraciones de ambos, que tuvo lugar el pasado mes de diciembre. 16 de enero y fueron ampliamente reportados en la prensa cuatro días después.
Este miércoles, el Consejo General del Poder Judicial anunció que el promotor de la Acción Disciplinaria, Ricardo Conde, había abierto un procedimiento informativo para analizar la toma de declaraciones después de que el organismo recibiera cerca de mil quejas y acusaciones sobre la forma en que Carretero abordó a esas personas. interrogatorios.
La polémica surge de la incisividad de las preguntas formuladas a Mouliaá, quien acudió como víctima, así como del vocabulario utilizado para detallar los delitos que denuncia, así como de los contrainterrogatorios y comentarios a su testimonio que el magistrado enunció en ocasiones, interrumpiendo su relato. En el caso de Errejón, las denuncias se han centrado en la forma en la que preguntó por su dimisión para intentar saber si se debía a esos mismos hechos, poniendo en duda su coherencia en las respuestas que ofrecía el político.
Una de las primeras voces críticas que se levantó tras la difusión de los vídeos fue la de la ministra de Igualdad, Ana Redondo, que en la red social revictimiza a las mujeres y los aleja de la denuncia y la protección. «El juez debe evaluar las pruebas, no interrogar a la víctima», dijo.
Cabe recordar que ni el abogado de Mouliaá, Alfredo Arrién, ni la abogada de Errejón, Eva Gimbernat, interrumpieron al magistrado durante las comparecencias ni plantearon objeción alguna. Arrién, que ha concedido entrevistas en televisión estos días, ha sostenido de hecho que el magistrado sólo estaba haciendo su trabajo, que es comprobar que el denunciante no entra en contradicciones «y no se derrumba», es decir, que ofrece una sólido relato capaz de minar la presunción de inocencia de Errejón.