La innovación está redefiniendo el panorama empresarial en España. Sectores como la agricultura, la energía o la ingeniería adoptan soluciones disruptivas que mejoran la competitividad de las pymes y midcaps, al tiempo que dan respuesta a retos globales como la sostenibilidad, la llamada economía circular, la digitalización y la eficiencia. Empresas de distintos tamaños han dado pasos decisivos para incorporar tecnologías avanzadas, marcando un camino que demuestra que el futuro de la industria pasa por innovar desde dentro. Y todos ellos, con elementos en común: la anticipación de lo que está por venir, y la búsqueda de fórmulas de financiación solventes, en concreto el apoyo de empresas de garantía, en este caso Iberaval.
El laboratorio del futuro
Ingeniería Vázquez y Torres (VTI) lleva más de dos décadas en el Parque Tecnológico de Leganés desarrollando sistemas de ensayo experimentales para sectores punteros como el de la automoción, el aeronáutico o el ferroviario. Sus instalaciones, que ocupan 2.500 metros cuadrados, incluyen laboratorios de ensayo que se ajustan a las necesidades específicas de sus clientes. «Nuestra ventaja competitiva reside en lo que llamamos (I+D)2: innovación propia para aumentar la capacidad de investigación y desarrollo de otras empresas», explica su Consejera Delegada, Ángeles Torres. Este enfoque ha permitido a VTI especializarse en soluciones como generadores de olas y sistemas de pruebas de choque, claves para mejorar la sostenibilidad en sectores con altas exigencias tecnológicas.
El impacto ambiental se ha convertido en otra de sus prioridades. Según la empresa, sus proyectos son reciclables, y además tienen una larga vida útil, lo que facilita su uso a largo plazo y reduce el consumo de recursos. A juicio de Vázquez, un detonante para desplegar este tipo de iniciativas ha sido el apoyo financiero obtenido de organizaciones como Iberaval, «sin él es imposible realizar este tipo de actividades, por eso VTI viene reinvirtiendo sus ganancias en su totalidad». vida.» . Actualmente VTI, que colabora con instituciones académicas en los campos de la mecatrónica o la mecánica de fluidos, trabaja en la creación de un centro de formación para el desarrollo de proyectos de alto valor, con la IA en el punto de mira.
En Pedro Muñoz (Ciudad Real), Ianus Ingeniería aplica la tecnología 4.0 para transformar el sector agrícola. Su innovación más destacada, el modelo TX6, es una máquina recolectora intensiva de frutos secos que combina inteligencia artificial y análisis de datos en tiempo real. «Esta tecnología permite a los agricultores anticipar los problemas y optimizar la eficiencia del cultivo, reduciendo costes y recursos», explica su director general, José Ortiz. El TX6 cuenta ya con cinco patentes internacionales, un hito que demuestra el compromiso de Ianus con la investigación y el desarrollo. Sin embargo, el camino no ha sido fácil. «El mayor desafío ha sido la falta de proveedores y componentes adaptados a nuestras necesidades, además de la estacionalidad de las campañas agrícolas, lo que limita las oportunidades de validar los avances», añade Ortiz.
Más allá del sector agrícola, Ianus también destaca por su sistema Mestab, que reduce las tensiones en las estructuras metálicas mediante vibraciones en lugar de procesos térmicos. «Conseguimos un ahorro energético muy importante respecto a los métodos tradicionales. Además, su aplicación en sectores como el aeroespacial tiene un enorme potencial de crecimiento», subraya el directivo.
Eficiencia y sostenibilidad en acción
La transición energética está marcando la actividad de E4e Soluciones Energéticas, empresa con más de 15 años de experiencia en descarbonización, electrificación bajo demanda y generación renovable para autoconsumo. Su capacidad de combinar consultoría, instalación y mantenimiento ha permitido a E4e reducir miles de toneladas de emisiones de CO2.
«Un correcto diseño e implementación es el mejor mantenimiento que podemos ofrecer. Si los proyectos de autoconsumo se hacen bien desde el principio, las instalaciones serán eficientes, pero también duraderas”, explica Emilio de Andrés, socio y director de operaciones de E4e.
Esta empresa con sede en Madrid ha desarrollado un software propio que monitoriza el impacto ambiental de sus proyectos, analizando métricas avanzadas, garantizando que cumplen con los objetivos climáticos establecidos por sus clientes. Además, ha ampliado su actividad hacia la movilidad eléctrica y las comunidades energéticas. Estos últimos, según su responsable, se enfrentan a barreras técnicas y regulatorias que exigen una innovación constante. “Hemos trabajado para simplificar la gestión compartida de la energía y la interconexión para facilitar su adopción por parte de grupos pequeños”, afirma.
Sostenibilidad-innovación
El camino hacia la innovación no está exento de desafíos. Entre los más notables se encuentran la falta de componentes específicos, los crecientes costos asociados al desarrollo de tecnologías avanzadas y las barreras regulatorias. Superarlos requiere una visión de largo plazo y la colaboración de instituciones, empresas y centros de investigación.
El éxito de estas empresas también subraya la importancia de un enfoque sostenible en cada proceso, desde la concepción del producto hasta la implementación.
Otro punto de conexión es la obtención de financiación para proyectos de alta tecnología, que no siempre encuentran el apoyo que merecen en el canal bancario tradicional. Para ello recurrieron a Iberaval, empresa de garantías líder en el mercado español, que, según sus palabras, dio la respuesta oportuna, en el momento más necesario.