No salimos de uno y podemos meternos en otro. En los últimos días, la República Democrática del Congo ha sido devastada por una enfermedad desconocida que ya ha dejado un reguero de muertes. Por otro lado, en Estados Unidos acabamos de encontrar una infección porcina por gripe aviar, motivo más que suficiente para empezar a preocuparnos por la epidemia que se vive en el país.
Desde el otro lado del mundo, las noticias no son muy positivas: los científicos chinos dicen que el mundo podría estar al borde de otra pandemia. ¿El culpable? Ese virus de la gripe aviar que está mutando para adaptarse mejor a nuevos organismos.
Nerviosismo. Empecemos por el caso de Estados Unidos. En los últimos meses, el país ha enfrentado una crisis sanitaria debido a la epidemia de gripe aviar H5N1. Existen varios tipos de influenza aviar tipo A dependiendo de la combinación de las proteínas hemaglutinina y neuraminidasa y lo que se sabe es que los tipos H1N1 y H3N2 pueden circular entre humanos, según el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos.
Lo curioso –y preocupante– es que se ha detectado un cerdo infectado con H5N1. La gripe aviar tiene un mecanismo especializado para infectar las células respiratorias de las aves, lo que dificulta que el virus infecte las células humanas. Por lo tanto, las infecciones en humanos generalmente ocurren solo en personas que tienen contacto cercano con animales infectados. Pero introducir cerdos en la ecuación podría cambiar eso, advierten MacIntyre y Stone.
H2N2. Los cerdos pueden infectarse tanto con virus aviares como humanos porque el sistema respiratorio de estos animales es similar al nuestro. Ahí radica el problema, ya que el virus podría acabar mezclando su material genético, adaptándose mejor al cuerpo humano a través de nuevas variantes potencialmente contagiosas para nosotros. Y los casos ya están sucediendo.
Como decimos, desde China tampoco llegan buenas noticias. George Fu Gao es uno de los virólogos más importantes del país y dirigió durante cinco años el Centro Chino para el Control y la Prevención de Enfermedades. Ahora, tal y como leemos en SCMP, ha publicado con su equipo de la Academia de Ciencias de China un artículo en el que, investigando una cepa del virus H2N2, han descubierto que el virus tiene la capacidad de adaptarse para unirse a aves y Receptores humanos en la superficie celular del huésped.
Inmunidad relativa. Experimentando con ratones, cobayas y hurones, los investigadores descubrieron que la cepa H2N2 podía adaptarse rápidamente a los ratones, adquiriendo mutaciones adaptadas a los mamíferos. A partir de ahí, la cepa saltó a los conejillos de indias y los hurones. Aunque el virus todavía mostraba preferencia por los receptores aviares, los autores del artículo señalaron que hace unas décadas también prefería las aves, pero se adaptó para unirse a los receptores humanos.
Capacidad pandémica. La fecha clave es 1957, año en el que, con origen en el sur de China, otra cepa de H2N2 se propagó rápidamente entre los humanos de todo el mundo. La “gripe asiática” provocó más de un millón de muertes y fue pasajera: a finales de los años 60 desapareció de la población humana porque se generó inmunidad.
El problema es que, según los investigadores, el tiempo transcurrido desde aquella pandemia hace que la población actual carezca de inmunidad ante un posible brote futuro. También entra en juego la diferencia genética tanto de la cepa como de la población, lo que podría aumentar el riesgo de una nueva pandemia de gripe aviar entre los humanos.
De humano a humano. La mayoría de los casos de transmisión de persona a persona se han producido debido a la exposición a vacas o aves de corral, y de los 900 casos de infección por H5N1 notificados a la Organización Mundial de la Salud entre 2023 y 2024, aproximadamente la mitad tuvo un desenlace fatal. En ninguno de los casos se debió a transmisión de persona a persona.
Esto es algo tranquilizador, pero los investigadores creen que la posibilidad todavía existe. El culpable podría ser el H5N1, una cepa que no es nueva, pero que está experimentando un «cambio abrupto» en la diseminación viral. Esto significa que la expulsión de partículas virales a través de la exhalación está aumentando, lo que podría explicar el reciente aumento de las transmisiones entre el ganado.
tienes que estar atento. El equipo chino considera que, aunque el riesgo sigue siendo bajo, se debe reforzar la vigilancia viral en los animales y realizar una evaluación del riesgo para la salud pública de los nuevos virus de la gripe aviar. Se trata de medidas imperativas para el control y la prevención de pandemias y epidemias de gripe emergentes y reemergentes.
De momento no parece haber motivos para entrar en pánico, pero está claro que hay que controlar la posibilidad de que el virus se adapte y adquiera la capacidad de transmitirse a través de la excreción viral de una forma más sencilla.
Imágenes | Muhammad Mahdi Karim, Agencia Brasilia
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