Se dice que las terapias dirigidas prolongan la supervivencia de los pacientes con LLC y se espera que curen la enfermedad en el futuro.
VALÈNCIA, 23 de septiembre (EUROPA PRESS)-
La Comunidad Valenciana es «innovadora y pionera», una de las «más potentes» en el diagnóstico y tratamiento de los cánceres hematológicos y con «equidad» en la atención a los pacientes, independientemente de su hospital, acceso a los últimos avances en medicina de precisión que en el caso concreto de la Leucemia Linfocítica Crónica (LLC) han permitido que la supervivencia de estos pacientes sea «similar a sus iguales» y se espere que la enfermedad pueda curarse en el futuro.
Así lo han asegurado la hematóloga del Hospital General de Valencia, María José Lis, la especialista en Farmacia Hospitalaria del Hospital General de Valencia, Ana Moya Gil, la directora médica del Hospital de Sagunto, Marta Palop Cervera, y la hematóloga del Hospital de Sagunto, Maribel Orts, en un coloquio en Valencia sobre la importancia de la medicina de precisión en los pacientes oncohematológicos valencianos organizado por Europa Press y la farmacéutica AstraZeneca, representada a través de su responsable de Asuntos Generales, Ana Molina.
Los tumores hematológicos afectan al sistema sanguíneo o linfático y se originan en la médula ósea o en los órganos linfoides. La leucemia linfocítica crónica (LLC) es un tumor que se origina en los linfocitos B maduros, con una incidencia en España de aproximadamente 4,5 nuevos casos al año por cada 100.000 habitantes1.
Sin embargo, uno de los grandes problemas es el desconocimiento entre la población, ya que, según datos de la encuesta ‘Percepción de Tumores Hematológicos en España’, impulsada por AstraZeneca, solo el 16,1% de los valencianos conoce la LLC2, a pesar de ser el tipo de leucemia más común en adultos.
En este sentido, los expertos han coincidido en que la enfermedad hematológica es «la gran desconocida» frente a otros tumores con mayor incidencia como el de colon, mama o próstata, por lo que piden campañas de concienciación sobre la enfermedad y una mayor educación sobre qué es el sistema linfático.
Un problema añadido, añaden, es que los síntomas son inespecíficos, de modo que hasta que los pacientes no «se hacen una analítica no se dan cuenta». De ahí la importancia de «un correcto diagnóstico del paciente» porque «ahí está la clave del tratamiento», ha señalado Maribel Orts, quien ha apuntado: «La clave para ofrecer al paciente el mejor tratamiento es conocer la biología de la enfermedad y conocer al paciente y su entorno».
MEDICINA DE PRECISIÓN
De esta forma, la medicina de precisión ha permitido «tener éxito» en el tratamiento al conseguir terapias «totalmente personalizadas» –«ahora hablamos de curar al paciente, no sólo de la enfermedad», apuntan– y «tan específicas que no afectan a aquellas células que están sanas».
El resultado del cambio de quimioterapia a terapia dirigida es que los pacientes han «sobrevivido a un ritmo similar al de sus compañeros y esperamos poder curar la enfermedad en poco tiempo», ha subrayado. «Ya no tenemos miedo de enfrentarnos a la LLC», ha subrayado. Además, los hematólogos han destacado que hay una «comunicación muy fluida» con Atención Primaria y no hay lista de espera cuando un paciente necesita ser visto rápidamente.
Del mismo modo, Ana Moya ha destacado la evolución que también se ha registrado en farmacia hospitalaria: “Antes tratábamos a todo el mundo por igual, lo que se sabía era básico, pero la medicina de precisión lleva a conocer inhibiciones específicas de cada mutación genética”. De esta forma, se estudian toxicidades e interacciones con otros medicamentos para no reducir la eficacia del tratamiento y se elaboran guías clínicas con criterios de prescripción.
Además, enseñan a los pacientes cómo tomar el tratamiento y evalúan su adherencia, algo que es de «vital importancia», y ha destacado que tras la Covid se puso en marcha en la Comunidad Valenciana un programa de telefarmacia que permite derivar a las farmacias a los pacientes que no han registrado cambios para evitar su desplazamiento a los hospitales. No obstante, ha reclamado más recursos humanos para tener una mayor especialización.
Por su parte, la directora médica del Hospital de Sagunto, Marta Palop, ha destacado que en la Comunidad Valenciana “se ha conseguido equidad y desde Vinaròs a Torrevieja se tiene acceso a cualquier avance para hacer mejor la vida del paciente” gracias a la buena comunicación entre hospitales, así como a la existencia de equipos interdisciplinares en los centros. También ha abogado por campañas de concienciación sobre hábitos de vida saludable para prevenir y una formación más reglada para los profesionales, que “no vaya solo a costa de nuestras propias espaldas”.
Del mismo modo, María José Lis también ha echado en falta un aumento de enfermeras especializadas en hematología y de trabajadores sociales porque estos pacientes tienen una mediana de edad de diagnóstico de 70 años y «necesitan apoyo para venir al hospital y muchas más explicaciones», así como un mayor número de geriatras en la Comunitat Valenciana.
COLABORACIÓN PÚBLICO-PRIVADA
Ana Molina ha destacado que la industria farmacéutica tiene “un papel muy importante en la investigación en medicina de precisión, clave para el manejo de las neoplasias oncomatológicas”. En este sentido, ha subrayado que el objetivo de AstraZeneca, “siempre trabajando de la mano y en colaboración con los agentes del Sistema Nacional de Salud, como investigadores, profesionales especializados, sociedades científicas, administraciones y por supuesto los pacientes”, es “detectar necesidades médicas no cubiertas para conseguir, a través de una ciencia más innovadora, una mejora en la tasa de supervivencia y la calidad de vida de los pacientes”.
Ha destacado que en el campo de los tumores sanguíneos han conseguido hacer «grandes avances» y en concreto en la LLC «tratamientos continuados que han reducido los efectos adversos y la toxicidad, un claro ejemplo de esa mejora en la calidad de vida de los pacientes».
En este sentido, ha abogado por la colaboración público-privada para impulsar el diagnóstico precoz que permita realizar tratamientos en fases iniciales y en este sentido ha destacado que a nivel de investigación, España es el segundo país del mundo con más ensayos clínicos en oncología, lo que «supone financiación para los hospitales, y eso al final beneficia a los pacientes, que tienen acceso precoz a los tratamientos más innovadores».